Por Milton Olivo
El sector agropecuario de la RD ha estado históricamente atrapado en un círculo tóxico; de incremento de precios, por baja producción, y de quiebra de los productores por incremento de la oferta o incremento de la producción.
Usted dirá,, cómo es eso? Le explico! Este año, muchos se animan a sembrar un x producto, al existir en el mercado un exceso de oferta de productos, y no existir infraestructura de procesamiento de alimentos, capaz de absorver el excedente, lo que genera ese exceso de oferta es una caída de los precios quebrando a los productores.
El próximo año, la mayoría, se desmotiva, y no siembra. Generando una baja oferta de ese producto, y como la demanda es constante o creciente, produce una presión, que induce al incremento del precio.
El otro o tercer año, al ver que el precio estuvo bien, muchos se motivan, y vuelve la quiebra.
¿Cuál es la situación clave? La necesidad de RD disponer de plantas de procesamiento de alimentos, para que el país esté capacidad de absolver los excesos de producción, sumarle valor agregado, y convertirlo en productos no perecederos y con potencial exportables. Lo que generaría empleos, al incrementar las exportaciones, divisas, y motivaría incentivar la producción.
¿Porque? Pues los propietarios, o las familias propietarias de terrenos agrícolas, al ver que todo lo que se produce se vende a buen precio, en poco tiempo, todo el país estaría sembrado. Masificando la producción, multiplicando las exportaciones, generando empleos, desarrollo e incrementando el bienestar y la captación de divisas.
Lo grande es que el gobierno de la RD podría construir agroindustrias en todos los municipios, convirtiéndose esto en un negocio.
¿Cómo? Construyendo las agroindustrias, y luego, convertir su valor (con algún beneficio) en acciones de RD 100 pesos, y vendiendolas a la población, dominicanos emigrados, o inversionistas nacionales o internacionales interesados.
Lo que podrían hacer también, Cooperativas, fondos de inversión, Fondos de pensiones o AFP, e inversionistas privados. Lo que reactivaría el sector construcción, se crearían empleos y RD entraría en una fase de sustitución de importaciones y crecimiento económico.
Si debemos salir del error histórico, de la trampa intelectual en que venimos atrapados. De creer que la prioridad es incrementar la producción. Cuando la prioridad es construir las agroindustrias necesarias, y eso incentiva automáticamente el incremento de la producción. Pues sería negocio producir, y habría seguridad del destino de los productos, como es el mercado global.
El autor es agrónomo egresado de la Universidad ISA.