El italiano Flavio Briatore, que ayer dimitió de su cargo de jefe de la escudería Renault por el escándalo del Gran Premio de Singapur del año pasado, señaló que su marcha es un intento "de salvar al equipo" de una dura sanción de la Federación Internacional del Automóvil (FIA).
"Sólo estaba intentando salvar el equipo. Era mi deber y ésa es la razón por la que he decidido dejarlo", señaló Briatore, según el ‘Daily Mirror’.
Además, según otro diario británico, ‘The Sun’, su futuro en el Queens Park Rangers, equipo de la Segunda División inglesa que compró junto a Bernie Ecclestone, también podría estar en entredicho si la FIA le sanciona.
Al parecer, las reglas de la Liga inglesa prohíben que cualquier propietario o directivo que esté sancionado por un organismo internacional deportivo reconocido pueda ostentar un cargo en un club.