Por: Mercedes Castillo
Por más sabios e instruidos que sean los representantes de los distintos poderes del Estado, los ministros, directores, ejecutivos, presidentes de instituciones públicas y privadas requieren de asesoría en las distintas áreas. La comunicación no puede ser la excepción, muy por el contrario, debe ser la primera de todas, pues, el 50% de una buena gestión está precedida de la aplicación de una excelente política de comunicación. Sin eso, no hay éxito gubernamental ni en ninguna otra institución.
Todo el que dirige, no importa que entidad, organización o poder del Estado, necesita de la asesoría requerida. El que cree que se las sabe todas, que no tiene que consultar ni escuchar a nadie, porque lo tiene todo concebido y planificado, y no necesita de nadie, está per muy, muy equivocado.
El ejercicio del poder en cualquier área, implica comprender, entender que se gobierna o dirige para beneficios de otros; de los gobernados. Y para lograr una gestión exitosa hay que tener muy claro el plan central o línea maestra de gobierno, el objetivo principal y la meta a lograr en la gestión y el programa de actividades a desarrollar.
Para alcanzar el objetivo principal se requiere ejecutar el plan trazado, conjuntamente con una política comunicacional bien aterrizada, que respalde el accionar gubernamental u organizacional. Cualquiera no puede asesorar bien. Los profesionales de la comunicación, con experiencia y bien formados son los ideales para desempeñar dicho cargo.
Definitivamente, una buena ejecutoria gubernamental requiere de un buen plan comunicacional y esa necesidad la satisfacen los profesionales de la comunicación social, los periodistas, relacionistas públicos, protocolo, maestría de ceremonia adecuada y buen mercadeo.
Los servicios profesionales de un comunicador son de primera línea. Ningún gobierno, ministro ni organización puede prescindir de un moderno departamento de comunicación, con su estructura de relaciones públicas, prensa, áreas técnicas y uno o varios asesores en esa materia.
Igualmente, las universidades, los municipios, las organizaciones sociales, eclesiales, juntas de vecinos, clubes deportivos requieren de las relaciones públicas y una buena asesoría en comunicación, para llevar bien sus acciones.
En el ámbito político, hoy más que nunca se requiere de los servicios profesionales de expertos en comunicación, en periodismo e imagen. Es realmente, obligatorio y consustancial al ejercicio del poder una excelente asesoría en comunicación.
Dirigir una institución o gobernar sin una excelente política de comunicación se hace muy difícil, por no decir imposible lograr el objetivo macro trazado.
Los asesores en todas las áreas son imprescindibles para gobernar bien, y la comunicación es número uno. Ojalá sea bien comprendido por quienes dirigen y/o gobiernan. Enhorabuena.
La autora es periodista, pasada presidente del CDP
