Madrid.- Madrid ofrece a la familia olímpica la capacidad hotelera, los servicios, los atractivos y la experiencia en la atención al turista de una ciudad que en los últimos años ha logrado colocarse, después de Londres y París y en ajustada pugna con Roma, entre las cuatro capitales más visitadas de Europa.
La capital de España recibió el pasado año, resistiendo la caída generalizada por la crisis, a 7,3 millones de turistas, de los que el 47,3 por ciento, 3.447.223, procedían de otros países.
El incremento del número de visitantes y del número de hoteles han ido de la mano desde que en 2005, cuando aspiraba a los Juegos de 2012, Madrid se enfrentara a este aspecto de su candidatura olímpica como una "debilidad".
Cuatro años después, la capital y su entorno cuentan con 8.000 plazas más de las exigidas por el COI: 42.900 plazas en hoteles de 4 y 5 estrellas a un precio garantizado para 2016, más otras 5.000 en la Villa Olímpica, a las que hay que sumar las de las subsedes.
Si se contabilizan todos la gama de alojamientos, como hace el dossier de la candidatura remitido en su día al COI -hoteles de 3, 4 y 5 estrellas, hostales, pensiones, casas de huéspedes y residencias universitarias-, hay más de 65.000 habitaciones y para 2016 podría haber casi 80.000.
El sector hotelero madrileño ha crecido un 54 por ciento desde el año 2003, al pasar de 253 a 401 establecimientos, y, junto a los restaurantes, representa el 6,3 por ciento del PIB regional y da empleo a más de 200.000 personas.
"Los visitantes -aseguraba el dossier de la candidatura- disfrutan de unas condiciones de calidad y confort óptimas y experimentan la hospitalidad y el servicio que caracteriza al sector hotelero español".
Como polo de atracción turística, Madrid ofrecería a la familia olímpica y a quienes visitaran la ciudad en el verano de 2016, una de los mayores concentraciones de arte del planeta, la formada por los museos del Prado, con la mejor colección de pintura española del mundo; Reina Sofía, dedicado a la vanguardia, y Thyssen, que recoge la pintura europea entre los siglos XIII y XX.
Sin embargo, esta ciudad no presume tanto de sus museos, de su Palacio y su Teatro reales o de su extenso centro histórico como de su ambiente, e incluso en la web oficial de turismo esmadrid.com puede leerse que a Madrid "se le reconoce una vida nocturna única en el mundo" y que "aquí salir por la noche es un acto generador de cultura".
Miles de locales de todo tipo -hay cerca de 16.000 negocios de hostelería, uno por cada 200 habitantes-, desde lo tradicional, también el flamenco que buscan muchos visitantes extranjeros, a lo más moderno, se llenan cada noche y hacen que algunas partes de la ciudad presenten bajo las estrellas casi la misma vida que bajo el sol.
El metro es uno de los más amplios de Europa con 283 Kilómetros de líneas y 293 estaciones, y a él se añade una red de autobuses urbanos de 209 líneas con más de 2.000 vehículos.
Uno de los miembros de la comisión del Comité Olímpico Internacional que evaluó Madrid el pasado mes de mayo, el suizo Philippe Bovy, afirmó que la ciudad había sido "modesta" al expresar la realidad de su red de transporte público, que, en su opinión, es "mejor que lo plasmado en el dossier".