Se dice que los funcionarios en Qatar están contemplando una relajación de la prohibición del país sobre el alcohol para la Copa del Mundo de este año, y se informa que la FIFA está presionando para que se permitan las ventas en los estadios.
El consumo de alcohol en Qatar se limita en gran medida a hoteles de lujo y clubes privados, siendo un delito estar borracho en público.
No es parte de la tradición o cultura de Qatar, y su disponibilidad para visitantes internacionales durante la Copa del Mundo ha sido un punto de discusión.
Se probó una zona húmeda para fanáticos cuando el estado del Golfo celebró la Copa Mundial de Clubes de la FIFA en 2019, y se espera un plan similar para el torneo de fútbol internacional de exhibición a finales de este año.
Sin embargo, existe incertidumbre por la venta de alcohol en los ocho estadios que se utilizarán para la Copa del Mundo.
Según Bloomberg , los funcionarios de Qatar se enfrentan a la presión de la FIFA y de la empresa cervecera AB InBev, cuyas bebidas incluyen Budweiser, la cerveza patrocinadora oficial de la Copa del Mundo durante más de tres décadas.
Una opción que se está considerando es hacer que un producto con un contenido de alcohol más bajo, posiblemente Bud Light, esté disponible en los lugares.
En noviembre de 2016, Qatar 2022 afirmó que los fanáticos no podrían comprar ni beber alcohol en lugares públicos, aunque desde entonces los organizadores parecen haber cambiado de este enfoque de línea dura.
Un portavoz del Comité Supremo de Entrega y Legado le dijo a Bloomberg que estaba trabajando con la FIFA y las partes relevantes en Qatar para “atender a todos los fanáticos locales y visitantes”, mientras que la publicación informó que la FIFA y AB InBev dijeron que estaban buscando una atmósfera ” respetuosa” hacia las costumbres y tradiciones de la nación anfitriona, mientras que el alcohol está disponible donde lo deseen los fanáticos.
La Copa del Mundo en Qatar ha estado sumida en la controversia desde que la nación obtuvo los derechos de sede en diciembre de 2010 después de un proceso de licitación disputado.
Los grupos de derechos humanos han criticado el trato de Qatar a los trabajadores migrantes y expresaron su preocupación por los derechos LGBT+ y el encarcelamiento del exgerente de medios de la Copa Mundial Abdullah Ibhais por cargos de fraude.
El gobierno de Qatar afirma que ha logrado avances en las reformas laborales, incluido un alejamiento del sistema kafala que obliga a los trabajadores extranjeros a buscar el consentimiento de sus empleadores para cambiar de trabajo o abandonar el país.
La FIFA afirma que albergar la Copa del Mundo ha ayudado a instigar las reformas laborales en Qatar, al tiempo que reconoce que se puede hacer más.
El torneo se llevará a cabo del 21 de noviembre al 18 de diciembre.
