El 19 de marzo de 1844, a la batalla de Azua, siguieron las hostilidades haitianas contra los dominicanos que gracias al machete de próceres militares como el controversial Pedro Santana, Antonio Duvergé, Vicente Noble, José María Cabral ; y el 30 de Marzo en Santiago , con la pólvora y el coraje de José María Imbert , Fernando Valerio y Pedro Eugenio Pelletier, entre otros patriotas, el recién enhestado pabellón nacional ha seguido ondeando en los cielos de la patria de Duarte.
Un artículo del periódico The New York Times, de fecha 13 de febrero de este año, intitulado: “la crisis del opioide”, bajo la firma de German López, me hizo dar un giro al timón de las ideas. El mismo da la voz de alarma sobre las sobredosis de drogas que están matando más de 100,000 estadounidenses al año, más que las muertes por accidentes automovilísticos y armas, combinadas.
El escrito habla de un joven de 27 años, Sean Blake, quien vivía en Vermont, USA , y murió de una sobredosis, por el aumento de la oferta de opioides. Exponiendo que en ese país amigo es más fácil drogarse que recibir tratamiento, y que el problema, en vez de mejorar, ha empeorado, sobre todo por la presencia del fentanilo en los mercados ilegales.
Ya en la década de los 90s las compañías farmacéuticas promocionaron los analgésicos opioides como una solución a los tratamientos que mitigan el dolor. Muchos compartieron, robaron y vendieron opioides. Los legisladores y las compañías farmacéuticas tardaron años en darse cuenta y se introdujo una nueva formulación que trató que esas píldoras fueran más difíciles de adquirir .
Lamentablemente, ya el daño estaba hecho, los usuarios de opiáceos pasaron a drogas más dañinas, como la heroína, y los traficantes incrementaron sus operaciones. Después del 2010 hicieron el cambio al fentanilo, mezclándolo con heroína y otras drogas. Como el fentanilo se fabricaba clandestinamente, no en campos abiertos como la amapola (de donde sale el opio con su derivado la heroína), su producción aumentó.
El fentanilo es más potente que la heroína y por su alto precio es más atractivo para el traficante y a la vez causa más muertes.
La epidemia de estimulantes, a diferencia de la Covid 19, es un enemigo silente con muchos cómplices. Los padres de Sean Blake, agotaron sus ahorros para pagar el tratamiento. A esos casos recurrentes se incluyen las estafas, como pasó con la Florida Shuffle, que enviaba jóvenes de un lugar a otro sin ofrecerles un tratamiento real. En ese doloroso escenario las muertes por sobredosis le cuestan a los Estados Unidos un billón de dólares al año en gastos de salud.
Respecto a América Latina, los carteles de drogas , aprovechando las precariedades educativas, económicas y la falta de formación familiar, tienen otro cómplice, la narcopolítica. El recién presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, fue arrestado por su vinculación con el narcotráfico, según acusación del gobierno norteamericano.
El actual vicepresidente de Honduras, Salvador Nasralla, expresó que el ascenso al poder de Hernández Alvarado fue un “proyecto pensado y debidamente calculado” para el desarrollo del narcotráfico en ese país centroamericano.
El proyecto del narcotráfico con Juan Orlando Hernández, según esos relatos, comenzó “gradualmente”, primero como congresista, y después se convirtió en el presidente del Congreso que dictó leyes para que el presidente de la República tuviera el control total de la Corte Suprema de Justicia, de las Fuerzas Armadas y de la fiscalía. Hernández Alvarado extraditó a líderes de pequeños carteles hondureños, para compactarlos en uno solo. Ese caso, como muchos en estos litorales, fue “un secreto a voces”, ya que su hermano, Juan Antonio Hernández, cumple condena de cadena perpetua dictada por la corte Federal de Manhattan, NYC, precisamente desde el pasado 30 de marzo del 2021.No podemos dejar de mencionar lo acontecido recientemente en Haití, nuestro vecino, cuando al presidente de la República, de acuerdo a reportes, lo asesinaron en su residencia poderosos sectores ligados a un narcotráfico internacional con complicidad interna, que ha permeado varios estamentos de ese país.
La sociedad dominicana reclama que no se repitan situaciones del pasado, sin que hagan falta hechos dolorosos para que las autoridades reaccionen, no sólo las antidrogas, sino judiciales, sin esperar que vengan la DEA y el FBI norteamericanos para actuar .
Nuestros gobernantes deben seguir reforzando la estrategia antidrogas en una isla puente del narcotráfico y madriguera del microtráfico, esto último una de las causas de la intranquilidad y violencia en nuestras calles.
Es esencial seguir capacitando, entrenando, depurando y proporcionando calidad de vida a ese personal, mayormente militar y policial, que enfrenta el tráfico de estupefacientes, y seguir apoyando al Poder Judicial y al Ministerio Público, protagonistas que deben formar jueces y fiscales virtuosos y talentosos que, con el tridente justiciero, envíen los maleantes a las ergástulas.
Que estas efemérides patrias del 19 y 30 de Marzo, sean inspiración, y ese trabajo periodístico del The New York Times, junto a esos hechos graves acaecidos recientemente, generen reflexiones y alertas, sobre todo para que los que detenten el poder político filtren muy bien sus “ambiciones electorales”, sin dejarse confundir ni tentar de lacras; y a los medios de comunicación televisivos, radiales y redes sociales, que verifiquen las informaciones y los perfiles de sus entrevistados, para que no sean actores del teatro dirigido por lobos disfrazados de ovejas (Mateo 7:15), patrocinado por narcotraficantes y otro tipo de corruptos , causando tragedias como la del joven Sean, que le pueden tocar a cualquier familia dominicana.