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¿El PRD a la deriva?

LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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El país mira con asombro lo que pasa en el Partido Revolucionario Dominicano. En momentos de crisis mundial y nacional, sectores de mandos lo han convertido en un club de rebatiñas y debates particulares. La situación no puede ser más patética.

Hemos podidos palpar en esta XXVII Convención Nacional Ordinaria del Partido Revolucionario Dominicano que hay un sector de la cúpula que se resiste a los cambios, a adecuar a la organización a los nuevos tiempos, a retornar la credibilidad pérdida del partido blanco.

Es como que después de la ausencia de su gran timonel, de su líder máximo, doctor Peña Gómez, se les ha olvidado que los partidos tienen asignadas funciones esenciales para la democracia, para los sistemas políticos. Esos sectores de mandos rebeldes del PRD hacen todo tipo de acción y presión para que la organización no se encauce por la renovación.

Y pierden credibilidad, legitimidad. Sus acciones nos muestran que parte de sus dirigentes máximos no son del todo conscientes del rol que están llamados a desempeñar en esta hora crucial para la gobernabilidad, el fortalecimiento de nuestra democracia, el bienestar presente y futuro de nuestro pueblo.

Ante los grandes problemas nacionales, el PRD debe reencontrarse en pensamiento y acción, evitar caminar por senderos de división, de mezquindades, de apetencias personales, beber de sus credenciales de lucha, del vivo testimonio de su historia en la vida política durante 70 años de existencia.

Hay que dar una señal de unidad en torno a los símbolos del partido, en torno al presidente elegido a unanimidad, en torno a los estatutos, en torno a sus órganos legítimos de escogencias de sus dirigentes, para salir airosos en las alecciones de medio tiempo y triunfar en las elecciones presidenciales del 2010.

La cúpula dirigencial debe pensar en el fortalecimiento de la democracia interna del PRD, de su disciplina, para así tener calidad moral de hablarle al pueblo de democracia, y de que se encamina a erradicar los vicios que le enrostra a la sociedad y a la vida política dominicana.

Hemos podido ver en esta convención que el pueblo le dice definitivamente NO a los que nos gobiernan, que manifiestan con orgullo su espíritu perredeísta, y que ven en su organización la posibilidad de la toma del Poder. No maten esa esperanza.
En esta media isla no hay ninguna organización política democrática que se le compare al PRD. Ha sido ejemplo, en momentos cruciales, de articular los intereses de la diversidad de grupos sociales y políticos, con diversos intereses, en voluntades colectivas.

Esos mandos de dirección rebeldes están llevando al PRD a que desaproveche esta oportunidad de oro en su carrera para volver al Poder. Las desavenencias internas están siendo bien aprovechada por el partido de gobierno y el presidente Leonel Fernández.

Leonel Fernández está de risitas, es su momento para intentar salvarse de la quema que le producen la corrupción, el narcotráfico, la delincuencia y la crisis económica, es su momento estelar para paralizar y debilitar a la oposición.

Y con la actitud de rebeldía de sectores de mando del PRD, lo podría lograr.

El escarceo ante la Junta Central Electoral de la facción de Hipólito, el intento de llevar ante la Junta las discrepancias de la Convención , son solo pequeños eslabones del penoso espectáculo que quieren imponer esa organización.

¿Cómo es posible que el PRD no lograra reunir a su mando primario de dirección para ponerse de acuerdo, respetar a las bases, la democracia interna y la disciplina de esa organización?

¿Cómo no ponerse de acuerdo los mandos primarios de dirección para hacer una oposición constructiva y firme al gobierno, plantear soluciones y alternativas ante los graves problemas económicos, sociales y de auge de la delincuencia que mantiene en zozobra a la población?

¿Es que creen que la crisis económica, el narcotráfico, la delincuencia, la corrupción, con su repercusión en las familias y las empresas, no preocupa a los dominicanos?

Al PRD, el gobierno le sigue arropando con sus logros mediáticos, ahora el que parece que está contra las cuerdas es el principal partido de oposición.

Si no se unifican, si no toman medidas urgentes para fortalecer y vigorizar su unidad, a pesar de la situación difícil que vive el país, tendremos por mucho tiempo a Leonel en el Poder.

Pobre de los perredeístas que no comprendan esto.

Los mandos de dicción del partido blanco tienen que dar una señal de alianza interna, de unidad, como la unidad, la confraternidad y el respeto en que vive la base de ese partido. Esa es la hermosa lección de democracia con que pueden honrar sus 70 años de existencia, con que pueden honrar la memoria de su líder y titán, Peña Gómez.

Muéstrenle a la juventud, a la gente decente, que teme aproximarse a las vecindades de los partidos, que el PRD va por caminos de renovación, de honestidad política, de desprendimiento, de civismo.

Solo así pueden ser creíbles.

Digámosle no, con el ejemplo, al pestilente olor de la desvergüenza que se aposenta en el gobierno y en el accionar político dominicano.

Al final de esta XXVII Convención Nacional Ordinaria del PRD debe haber un triunfo y una victoria: la del Partido Revolucionario Dominicano, para ondear la bandera blanca y el jacho prendío a toda la República, bajo el liderato de Miguel Vargas Maldonado, liderato ratificado en esta Convención con más de un noventa por ciento.

Dejen de poner en vilo a toda la ciudadanía; pónganle fin a la suspicacia y a los resquemores, extirpen las malquerencias y restañen las heridas que pudo haber dejado este proceso Convencional, que al decir de toda la nación ha aumentado el prestigio y las fuerzas del PRD.

Entiendan, con Miguel Vargas se rompen las barreras que le cierran las puertas del Poder al PRD… Ese es el gran significado de su liderazgo.

¡Seamos compañeros en la guerra, pero también en la paz!

El autor es periodista
Frontera25_@hotmail.com

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