Con una difusión de rostros como meras frases motivadoras, la Armada amanece estancada en la bahía de Ocoa, con el pensamiento decimonónico como lastre de los avances y la visión a lo interno del nuevo milenio.
Algunos no han entendido, o evaden entender, el significado del proyecto que se inició en 2009, en medio de agitados mares tempestuosos que, gracias al arduo trabajo y el ejemplo de muchos, se retomó la calma y sopló un buen terral.
La búsqueda de la excelencia con modernidad y la actualización de esta gloriosa institución con los nuevos tiempos deben ser pilares innegociables.
Se necesita asumir un compromiso histórico más allá del merecido reconocimiento a los fundadores de la Marina Nacional en Tortuguero (1844), y mostrar a las nuevas generaciones la brillante y significativa estela dejada (1947-1954) por los almirantes Ramón Julio Didiez Burgos, César de Windt Lavandier y su discípulo, el almirante Luis Homero Lajara Burgos, cuyos rostros nunca han surgido en el pináculo de la gloria al celebrarse el día de la fundación de la Armada, a pesar de esos tres pilares navales haber sido los creadores de la estructura actual de una indispensable institución naval de seguridad y defensa del mar territorial y nuestras costas, así como autoridad marítima nacional.
Hasta que no se rompan las cadenas del miedo infundado y el atraso inducido, sin abandonar las tradiciones y los símbolos , montados en el lomo de la ola del progreso , hay que levar anclas y salir del fondeadero que ha estancado un pensamiento ortodoxo que llega al servilismo, que no se puede confundir con la indispensable disciplina y subordinación al poder civil.
Sin dejar de reconocer los avances institucionales, aunque falta mucho por hacer, el buque aún está cerca de la posición localizada con el sextante del almirante Didiez, por la ausencia de un verdadero proceso institucional, recientemente retomado, donde se siga un nuevo derrotero utilizando la carta náutica digital, no solo en el cuarto de derrota , sino con la visión del milenio, en la cual hay que conectar las misiones constitucionales con las emergentes.
Con el timón en las manos avezadas del perfil de la virtud y el talento, confiamos en que seguirá el rumbo verdadero y se navegará al puerto que conllevan las responsabilidades de la Armada de una isla en un Estado social, democrático y de derecho.
Como honrar honra, en este día, aunque la fecha es 15 de abril, pero con motivo de la Semana Santa se pospuso para hoy , felicitamos a la actual gestión que comanda la Armada, en el ámbito profesional, por el trabajo constante y el empeño de hombres y mujeres, los cuales deben ser reconocidos y valorados (oficiales y valiosos alistados) por un brillante desempeño en búsqueda de reencontrar la institucionalidad y las tradiciones, guiadas por el faro de la dignidad y el honor, en pro de eficientizar las misiones propias de una fuerza naval.
Homero Luis Lajara Solá
Ciudadano de la República Dominicana.