La eliminación de la malaria y la filariasis en la isla de La Española, territorio que comparten la República Dominicana y Haití, costará 194 millones de dólares gracias a un programa de diez años de duración que se extenderá en ambos países, explicó hoy el ex presidente de EE.UU. Jimmy Carter.
Carter lo anunció hoy en Santo Domingo, donde explicó que la isla es el único enclave del hemisferio afectado hoy en día por la malaria y la filariasis.
"Es obvio que existe la posibilidad de eliminarlas también aquí", dijo el ex presidente de Estados Unidos en una conferencia de prensa antes de reunirse con el mandatario dominicano, Leonel Fernández, y el gobernante haitiano, René Preval, para tratar con ellos el programa de erradicación.
La malaria o paludismo es una enfermedad que se transmite de una persona a otra por la picadura de la hembra del mosquito anófeles y que causa más de un millón de muertes anuales, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La filariasis linfática o elefantiasis, que también se transmite por la picadura de un mosquito, puede producir deformaciones en extremidades y órganos genitales.
La población en riesgo de contraer esta enfermedad en América es de alrededor de 6,6 millones de personas, la mayor parte en Brasil, según el Ministerio de Salud dominicano.
Ambas enfermedades afectan a un 5% de la población de Haití, mientras que en la República Dominicana el 1,3% de la población padece malaria, según Carter, quien no precisó la incidencia de la filariasis en este país.
En 2007 se contabilizaron en la isla cerca de 33.000 casos de malaria, el 90% de ellos en Haití, y 200 fallecimientos, según las autoridades de ambos países.
Haití, donde "las circunstancias son mucho más serias" en relación con la malaria, recibirá el 63% de los recursos del plan, mientras que la República Dominicana obtendrá el 32% y el 5% restante serán depositados en un fondo común global.
El desembolso equivale al pago de un dólar por habitante de la isla y año, cantidad inferior a los 43 dólares por persona y año que cuestan los servicios de salud en Haití o los 225 de la República Dominicana, y sensiblemente menor que los 6.700 dólares de los Estados Unidos, señaló Carter.
El costo de eliminar estas enfermedades de la isla será "solamente un poquito más alto" que el que tendría controlarlas año tras año indefinidamente, según el ex presidente, quien comparó el gasto con los 200 millones de dólares que costó a la industria turística dominicana el brote de malaria que se produjo en esa nación en 2004.
Según un comunicado de las autoridades de ambos países, "es necesario conseguir esta erradicación sin demora", ya que los brotes de la enfermedad detectados desde 2006 en islas vecinas revelan una amenaza de reintroducción si la dolencia no se elimina por completo en La española.
Además, en 2006 y 2007 se descubrieron en Haití parásitos de malaria "con mutaciones genéticas vinculadas a la resistencia a la cloroquina", medicamento usado para prevenir y tratar la enfermedad, lo que avala la necesidad de detener su transmisión.
Preguntado sobre la incidencia que puede tener en la permanencia de la enfermedad el tránsito de personas en la frontera entre ambos países, el ex gobernante estadounidense estimó que "hay una inmigración casi incontrolable", por lo que "ambas naciones están amarradas" a este asunto.
El presidente del Centro Carter atribuyó la persistencia del mal en esta isla a que "en muy raras ocasiones estos dos países han sido capaces de cooperar y trabajar de manera coordinada y no ha existido hasta ahora un compromiso para la eliminación total de las enfermedades".