Cuba puso en marcha sus entrenamientos con miras al Clásico Mundial de Béisbol y no oculta la expectativa de incorporar progresivamente a varias figuras que militan en clubes de las Grandes Ligas de Estados Unidos.
El tercera base Yoán Moncada y el jardinero central Luis Robert, ambos de los Medias Blancas de Chicago, sobresalen dentro del grupo de peloteros estelares del circuito profesional de Estados Unidos que por primera vez han sido son convocados a la selección cubana. Se trata de un gesto que muestra un cambio en la filosofía de este deporte con la que esperan reforzar su actuación en la quinta edición del torneo que se disputará en marzo.
“En años anteriores no hemos tenido esta oportunidad de ahora, de compartir con jugadores de Grandes Ligas”, dijo a The Associated Press el veterano jardinero Yurisbel Gracial, uno de los 50 preseleccionados por la Federación Cubana de Béisbol para el campeonato. “Vamos con todo…queremos poner el nombre de Cuba en alto”.
“Es un apoyo fundamental que estén con nosotros en este campeonato”, agregó Gracial, quien juega en la pelota de Japón con los Fukuoka SoftBank Hawks.
Faltan poco menos de dos meses para el debut cubano en un grupo de la primera ronda que tendrá a Taiwán como anfitrión. Sus otros rivales serán los Países Bajos y Panamá.
Los entrenamientos a puertas cerrados comenzaron esta semana en el estadio Latinoamericano de la capital, el principal de la isla. Participan los jugadores que ya ha sido liberados de sus clubes tanto en la isla como en el extranjero. El resto se irá sumando paulatinamente.
Aunque en los días pasados se había informado que el plantel viajaría a República Dominicana para una base de entrenamiento, los directivos comunicaron este lunes que a comienzos de febrero los atletas irán directamente a Japón a donde hay previsto juegos amistosos y a donde se incorporarán también los otros convocados, por ejemplo los que juegan en México, en las Grandes Ligas o como parte de la serie local en curso en la propia isla.
“Creo que pueden enseñarnos mucho, porque tienen una experiencia tremenda en enfrentarse a los mejores pitchers del mundo… cómo se mueve el béisbol profesional en Estados Unidos, cuál es la exigencia para ir al terreno y mejorar”, comentó a la AP el receptor Ariel Martínez.
Los cubanos esperan adelantar la entrega de la nómina definitiva de los 30 participantes para el 24 de enero — antes se había mencionado febrero — a fin de tener el tiempo suficiente para realizar los trámites migratorios y permisos necesarios.
“El colectivo técnico liderado por Armando Johnson evaluará a los 50 atletas convocados, ya bien durante las sesiones de trabajo en el estadio habanero, apreciando la final de la Liga Élite (el campeonato nacional cubano) y mediante el monitoreo que lleva a cabo sobre las figuras que inevitablemente se preparan en el exterior”, informó la Federación Cubana de Beisbol el lunes en un comunicado.
Siete peloteros cubanos con desempeño reciente en las Grandes Ligas fueron llamados por primera vez para sumarse a la selección. El gobierno de Estados Unidos les entregará una licencia especial para competir.
Los permisos especiales fueron necesarios dado que Estados Unidos mantiene una política de sanciones contra la isla en todos los ámbitos.
Aparte de Moncada y Robert, también fueron citados el infielder Andy Ibáñez (Tigres de Detroit); el lanzador Yoan López (Mets de Nueva York); el jardinero Lázaro Armenteros y el lanzador Luis Miguel Romero (Atléticos de Oakland) y el lanzador Rolando Bolaños (Reales de Kansas City). López firmó en diciembre con los Yomiuri Giants de Japón.
Otro convocado fue el jardinero Yoenis Céspedes, dos veces convocado para el Juego de Estrellas de Grandes Ligas. No ha actuado con las mayores desde 2018 tras desvincularse de los Mets.
Ellos se juntarán con otros que se desempeñan en ligas en México, Japón o República Dominicana y algunos jugadores más de los equipos locales. Los directivos hicieron énfasis en que no convocarían a peloteros en el extranjero que hubieran desertado en medio de competencias durante estos años.
Paralelamente, Cuba sostuvo durante años una política en contra del profesionalismo en el deporte y hasta la década pasada no permitía que sus deportistas se desempeñaran en otras latitudes, castigando duramente a quienes abandonaban la isla.
Un creciente número de salidas del país de figuras o de plano los abandonos durante las competencias de estos, atraídos por jugosos contratos en el extranjero, sobre todo de MLB; impactó negativamente en el desempeño de Cuba, una potencia del béisbol. En 2017, Cuba participó únicamente con jugadores del medio local en el Clásico y perdió los tres partidos de la segunda ronda antes de ser eliminados.