‘El Rey’ empató el partido sobre la bocina para mandarlo a la prórroga y completó su mágica actuación con un tiro decisivo en la prórroga
De las últimas dos décadas en la NBA sólo se mantiene una realidad. Que permanece y a la que nadie ha tumbado con el paso del tiempo. Es la de LeBron James. ‘El Elegido’, ‘el Rey’. Un jugador galáctico que hace cosas que nadie puede. En los últimos 20 años, del primer al último día. Porque aunque ya no sea aquel terrorífico prodigio físico y en todo el campo, sigue ganando y mandando. Propulsó a Los Ángeles Lakers (117-111) en un recital final de antología que deja contra las cuerdas a los Memphis Grizzlies (3-1).
LeBron agarró el toro por los cuernos. En la misma serie en la que algún aspirante a ‘malo’ en la liga dijo que estaba viejo. No tardó ‘Bron’ en tomárselo personal, y destrozó el parqué del antiguo Staples cuando la bola quemaba. Asumió el último tiro del partido y lo mandó a la prórroga con una entrada de las suyas. Y en ese tiempo extra se hizo enorme ante los Grizzlies para que su 2+1 matase el partido. El ‘Rey’ hace cosas de reyes. También en su partido 1693.
22 puntos, 20 rebotes y 7 asistencias en 45 minutos. Todo llevado al límite para poner a los Lakers en ventaja en un partido en el que más que tumbar a los Grizzlies sobrevivieron a sí mismos. Ningún ‘laker’ desde Shaquille O’Neal en 2004 se iba al 20+20. Otra forma de explicar cómo LeBront tuvo que decidir, ganar y mandar. «Hay muchos chicos jóvenes. Entiendo que tengo que conseguir que estén cómodos. Debemos ser mejores. Para tener más confianza cuando estamos sobre la pista y ser mejores», relató.
Los Lakers mandan 3-1. La serie es una batalla de trincheras, con todos finales apretados a excepción del segundo partido. Y en la que faltaba el compromiso de las estrellas. No estuvo tan dominante Davis en el cuarto (12 puntos con 4/13) y fue LeBron el que mandó. Apoyado en los buenos triples de De’Angelo Russell y una prórroga en la que la defensa se mostró impenetrable negando los triples a DesMond Bane y sabiendo cargar a Ja Morant.
3-1, la mente puesta en sentenciar y ser un equipo contendiente. «Debemos jugar rápido, saber leer rápidas las transiciones, atacar fuerte el cristal, la pintura, el aro… Todo. Debemos seguir así en el lado ofensivo», relató Darvin Ham. Todo… y LeBron James. Se adueña de los Playoffs.