Jarabacoa es, por su clima fresco durante todo el año, por las bajas temperaturas que experimenta en los meses de invierno, la ciudad de “la eterna primavera”. Sus pobladores dicen que “Dios está en todas partes, pero duerme en Jarabacoa”.
El municipio de Jarabacoa muestra un creciente desarrollo en las inversiones turísticas, específicamente en las inversiones inmobiliarias, en el comercio, etc.
Centro vacacional de las familias más pujantes y ricas del país, Jarabacoa por igual recibe los fines de semanas decenas de familias de todo el país quienes disfrutan de su ubicación privilegiada en esa cadena de montañas de la Cordillera Central, bañada por una flora privilegiada y sus pinares exuberantes.
Además, Jarabacoa es la ciudad del arte, de la cultura… de las flores más hermosas, de las fresas más ricas; en ella descansan, trabajan el lienzo y la pintura destacadísimos maestros de las artes plásticas dominicanas.
El hombre del campo trabaja la tierra y cuida sus bosques.
Para no dejar cabos sueltos, para que el crecimiento de Jarabacoa sea sostenido y progresivo, la Universidad Agroforestal Fernando Arturo Morillo, el Ayuntamiento, a la cabeza de su síndico Joselito Abreu, la sociedad civil, el empresariado, instituciones del Gobierno, con el auspicio del Programa de Competitividad y Política de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USALD), elaboran el Plan Estratégico de Jarabacoa.
Sus más de setenta y cinco mil habitantes se sienten orgullosos del progreso de su ciudad, de la gestión gerencial que ha ejecutado desde el Gobierno Municipal, el síndico Joselito Abreu.
Él, siendo del PRSC, ha sabido aglutinar a su alrededor voluntades y esfuerzos de diferentes corrientes, para hacer de Jarabacoa una ciudad limpia, organizada, con niveles aceptables de control del ruido y la delincuencia.
Los empresarios de Jarabacoa deben integrarse a la meta, al Plan de Reordenamiento de la ciudad, no sòlo en la realización de obras físicas, sino en la búsqueda de mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos, en el control de la delincuencia, que es un flagelo que afecta a todo el país.
Jarabacoa requiere, necesita que el gobierno atienda sus necesidades básicas, que el empresariado, las iglesias, las amas de casas, la sociedad civil en sentido general, se integren al proyecto de construir la ciudad del futuro. Ese debe ser el deber colectivo.
Hay que seguir impulsando a Jarabacoa como el paraíso para los amantes de las aventuras ecológicas, el lugar perfecto para practicar “canyoing”, una mezcla de excursión a pie con nado, escalada en rocas y descenso en aguas bravas, por el impredecible río Jimenoa. Además, se practica “tubing”, que consiste en dejarse llevar por la corriente sobre llantas de camión, y montar a caballo; así como un lugar perfecto para hacer “cascading”, actividad en la que sube la cascada y luego se salta al agua desde arriba, o se lanza desde toboganes de agua.
Jarabacoa es el lugar perfecto para el descanso, el disfrute de la naturaleza, sus pinares, sus ríos y montañas.
Pero, lo más valioso que posee Jarabacoa es la calidad humana de sus gentes, su capacidad emprendedora, su alta autoestima, su fe y su confianza en el futuro promisorio de su ciudad y su país.
Jarabacoa hoy por hoy es una ciudad de crecimiento y vanguardia. Su síndico, Joselito Abreu, en su andar ha dejado grandes pasos y muchas huellas. Huellas que están ahí, como símbolo de lo que es esta ciudad de la eterna primavera.
Que siga pues, Jarabacoa, rescatando el pasado, construyendo el presente y proyectando el futuro.
El autor es periodista
Frontera25@hotmail.com