Nueva York- Muchos factores que van desde la obesidad hasta usar herramientas que vibran y tener poca autoridad para tomar decisiones en el lugar de trabajo influirían en el riesgo individual de desarrollar ciertas lesiones laborales, informaron investigadores franceses.
El envejecimiento y las limitaciones laborales aumentaron "drásticamente" el riesgo de los trabajadores de sufrir esas lesiones, dijo a Reuters Health el doctor Yves Roquelaure, de la Universite d’Angers, que dirigió el estudio.
Dado el envejecimiento de la fuerza laboral y la "intensificación del trabajo" en muchos países, la industria y el Gobierno deberían organizar sus esfuerzos para prevenir esas lesiones, aconsejó Roquelaure.
Los investigadores encuestaron a 3.710 empleados en Francia; a 472 se les había diagnosticado un trastorno musculoesquelético en por lo menos una extremidad superior.
Ese término abarca muchas enfermedades que afectan a los músculos, las articulaciones, los nervios y los huesos de las manos, los brazos y los hombres. El síndrome del manguito rotador y del túnel carpiano son los dos trastornos más comunes de las extremidades.
La edad y haber tenido uno de esos trastornos surgieron como los factores de riesgo más sólidos de trastornos musculares en las extremidades superiores en hombres y mujeres.
Otros factores de riesgo para los hombres fueron la obesidad, tener un trabajo física o psicológicamente muy demandante, hacer tareas repetitivas y trabajar con los brazos en o por encima del nivel de los hombros o con los codos flexionados por completo.
Los riesgos fueron distintos para las mujeres; incluyeron la diabetes, la flexión "extrema" de las muñecas, el uso de herramientas con vibración y tener bajo nivel de decisión en el trabajo.
La amplia variedad de los factores de riesgo deja en claro que la prevención de esos trastornos es un "desafío complicado", indicó Roquelaure.
"El estudio sugiere intervenciones multidimensionales, incluida la educación, la modificación de los factores de riesgo individuales (como el tratamiento de la diabetes) y la reducción de la exposición laboral a esfuerzos biomecánicos y al estrés", agregó.
Los esfuerzos individuales y de las empresas para mejorar el entorno laboral, y que los trabajadores participen en esas medidas, "sería una estrategia adecuada para reducir las exigencias físicas y los síntomas de los trastornos musculoesqueléticos, aún cuando las evidencias epidemiológicas de su efectividad sean limitadas", concluyó el equipo.