“De escuela de amor, los perredeístas nos hemos convertido en una escuela de odio, que precipitó el suicidio del Presidente Guzmán y puede engendrar otras tragedias si no le ponemos coto a esta alocada carrera hacia la autodestrucción”.
Peña Gómez.
El Titán y líder por siempre del PRD, doctor José Francisco Peña Gómez, expresaba estas memorables palabras un 18 de Junio de 1984, donde anunció la creación del Bloque Institucional como fuerza nueva dentro del partido para preparar los grandes programas del porvenir, reasumir el trabajo ideológico, darle seguimiento a las extensas relaciones internacionales del líder del partido y reconciliar la organización con sus objetivos originales.
Y agregaba que “Los maltratos de las tendencias me han convencido de que toda autoridad tiene que tener un fundamento en su fuerza y cada liderazgo tiene que tener una fuerza organizada que lo respalde.
Por ello podemos decir que va usted por buen camino, Miguel Vargas, ha retomado los principios fundamentales del líder histórico, siga sin desmayo construyendo ese nuevo PRD adecuado a los nuevos tiempos, organizado, disciplinado.
Hay que desterrar esa corriente tradicionalista que ha dominado al partido blanco, los partidos tienen que adecuarse a la cambiante realidad y orientar su política, es la única forma de poder sobrevivir.
Necesitamos un PRD con personalidad propia, que modifique su política, su línea orgánica y su integración con los diferentes sectores de la sociedad. La realidad nos impone que tenemos que transformar las instituciones, incluyendo los partidos, que hacen vida a lo interno de nuestro sistema, de nuestra sociedad.
Esa es la intención, oportuna y necesaria, que Miguel Vargas y su equipo ha interpretado.
Miguel Vargas practica un liderazgo moderno, participativo, donde su nutriente es el ejemplo, comedido, sereno, y donde el futuro le guarda grandes responsabilidades.
Como discípulo leal de su maestro y líder, el doctor Peña Gómez, podrá equilibrar los intereses de la nación y ser un líder y hombre de consenso.
Con Miguel Vargas el PRD integrará a la participación política a la nueva generación en la vida dominicana, con un partido nuevo, una generación mucho más capacitada que la de sus padres, que ha crecido libre, adecuada a 1os nuevos tiempos, que no es “anti” nada.
Ahí se avecina la nueva forma de hacer política, más decente, digna, noble, más participativa.
Para lograr este objetivo supremo, este desafío del líder y presidente del PRD, Miguel Vargas, se necesita, haciendo honor a la memoria del líder histórico, doctor Peña Gómez, de la avenencia entre todos los dirigentes de mando del partido blanco, solo así podrá salir fortalecido y unido el Partido de esta prueba suprema de renovación y cambio.
Es urgente, es un clamor nacional, de que se produzca un rencuentro de pensamiento y acción en el PRD, para cumplir la tarea de enfrentar los grandes problemas nacionales.
En esta hora difícil para la nación, en este proceso difícil por el que atraviesa el partido blanco, recordemos, busquemos en el pensamiento de nuestro padre de la patria. Juan Pablo Duarte, cuando en carta pública del 20 de julio de 1844, dirigida a los pobladores de Puerto Plata, expresó maldición contra la tea de la discordia que es desunión y donde llamó a la unión de todos los dominicanos, señalando como primera gran obligación, que para ser felices había que ser justo. Ese es uno de los grandes desafíos de Miguel Vargas.
El autor es periodista
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