Recientemente escuché decir a un ducho en temas concernientes a la seguridad y la defensa en la República Dominicana, el doctor Miguel Sang Ben, reconocido profesor universitario, que: “la patria comienza, no termina en la frontera”. Ese axioma se repitió durante segundos en mi mente…. ¡que certera afirmación! Constituye una sentencia que habla de accionar estrategias y trabajos conjunto para mitigar problemáticas comunes en la isla Hispaniola y los dos Estados que la integran.
Específicamente, en el caso de nuestro país, “la patria comienza, no termina en la frontera”, es una frase fuerza para enfrentar mediante planes de amortiguamiento, vulnerabilidades, riesgos, y amenazas, que puedan ocurrir debido a las diferencias ideológicas, económicas y sociales…, con la nación vecina.
Además, ante dificultades como situaciones migratorias lamentables, tráfico ilegal de armas y de migrantes, contrabando de mercancías, deforestación y contaminación ambiental, problemáticas de salud, y posibles consecuencias generadas por su inestabilidad política.
Por fortuna, y para honrar los compromisos de salvaguardar la defensa nacional y seguridad nacional, para el Estado enfrentar amenazas externas, al tiempo de proteger el bien común, desde febrero del año 2023, nuestra nación cuenta con el Libro Blanco de la Defensa, “un instrumento de confianza mutua entre las naciones. Elaborado para la acción”. Afirma el profesor San Ben.
Un documento, considerado por otros expertos como una guía que muestra las estrategias de nuestro Estado en materia de seguridad nacional, promoción de la democracia y colaboración con otros países. Consta de 11 capítulos, dedicados entre otros temas, a las características del Estado dominicano, el entorno estratégico, las soluciones internacionales y la defensa.
De igual forma, a las políticas de defensa y de seguridad nacional, el sistema de defensa y seguridad nacional, la planificación de la defensa, los recursos con que cuente el país para tales fines, la defensa, el proceso de reforma, aportes de las Fuerzas Armadas al desarrollo nacional, Fuerzas Armadas y régimen fronterizo. Además, concluye haciendo hincapié en los temas medio ambiente, cambio climático y gestión de riesgos.
Siendo el cambio climático “una amenaza colectiva”, por lo que, existe necesidad de crear conciencia de la región del Caribe para que: “en foros pertinentes aunemos esfuerzos por la implementación de las acciones que puedan revertir el daño…”, asegura el citado experto.
Sin lugar a duda, la República Dominicana prosigue su agitado avance social, con esta importante guía: primer Libro Blanco dominicano, que fue organizado por la Escuela de Graduados de Altos Estudios Estratégicos, de la hoy, Universidad Nacional para la Defensa, General Juan Pablo Duarte y Díez (UNADE), del Ministerio de Defensa, y que contó con un amplio equipo editorial compuesto por los más duchos profesionales en el tema a nivel nacional.
En el ámbito internacional tuvo la colaboración del Centro Perry, la Junta Interamericana de Defensa, el Colegio Interamericano de Defensa, órganos de la Organización de las Naciones Unidas presentes en la República Dominicana. Además, de países como Perú, Ecuador, Chile, entre otros.
Este instrumento estratégico de seguridad nacional y defensa nacional nos sitúa junto a 190 países en el mundo que actualmente poseen libro blanco, de ellos, 24 forman parte de América Latina, siendo la República Dominicana justamente el número 24. El documento, a decir del jefe de Estado, licenciado Luis Abinader Corona, existe como “libro vivo”, para buscar respuestas conjuntas en cuanto a la protección de los intereses nacionales, es decir, las metas de Estado.
También, para el crecimiento, desarrollo, paz y seguridad. Por eso, la guía presenta principios y directrices que permitan la efectiva protección de los intereses nacionales, mediante trabajo en equipo que incluye además de las Fuerzas Armadas en la operatividad, también, la participación ciudadana, otras instituciones públicas y organizaciones representativas de la sociedad..
Esto así porque “la defensa se vincula a todos los sectores de la vida, y se expresa en políticas ante amenazas para rebate de ataques, para resistir embates, obtener amparo y protección”. Por eso, es un bien común. En ese sentido, mediante estas líneas ponderamos el trabajo de las Fuerzas Armadas; la sustentación que ofrece a la preservación del medio ambiente, ante múltiples factores que causan riesgos a la vida de las personas y al medioambiente.
Una labor que la sociedad percibe, que la realiza con tesón y afán, mediante recursos humanos capacitados y comprometidos; planes, capacidades y medios pertinentes, con los que puede mitigar siniestros ocasionados por la mano humana, por fenómenos naturales que deterioran nuestros ecosistemas. Al tiempo que acciona ante el cambio climático. Agradecer también, el Libro Blanco de Defensa de la República Dominicana, que nos hace igualmente, el llamamiento de Rembrandt: elegir solo una maestra; la naturaleza. Porque, ella, sostiene la vida.
Hasta pronto.
La autora reside en Santo Domingo
Es educadora, periodista, abogada y locutora.