Santiago.- La situación por la que actualmente atraviesa el hospital José María Cabral y Báez, el más grande de la región del Cibao, es tan grave; que ni siquiera hay anestesia para una cirugía y las operaciones electivas están siendo pospuestas, por falta de ropa quirúrgica.
La situación del sistema de ascensores del edificio, inaugurado en la década de 1970, sigue igual, pese a que fue revisado, evaluado y cotizado por técnicos de una compañía de Puerto Rico.
Mientras los ascensores llegan al país, ya que alegadamente fueron solicitados en el exterior, alimentos, enfermos en estado crítico y los cadáveres, son trasladados por las escaleras.
Se recuerda que la pasada semana, cuando camilleros procedían a levantar una mujer herida, se encontró con que debajo del colchón de la cama donde estaba acostada había decenas de gusanos, evidencia clara de las condiciones en que se encuentra el hospital.
La Regional Norte del Colegio Médico Dominicano (CMD) entiende que el centro amerita con urgencia la intervención de las autoridades de Salud Pública. También los baños del hospital están en condiciones deplorables.
Desde el pasado lunes, las enfermeras vienen denunciando las condiciones de abandono, insalubridad, carencia de equipos, camas y sabanas del referido centro asistencial.
Manasé Peña, presidente de la Regional Norte del CMD, dijo que ese importante centro público de salud no está en condiciones de prestar los servicios mínimos que requieren los pacientes de escasos recursos económicos.
Advirtió que desde hace años vienen llamando la atención sobre el desorden reinante en el hospital Cabral y Báez, pero las autoridades de Salud Pública y el propio gobierno, han hecho caso omiso.
El gremialista explicó que el descuido de las autoridades se ha traducido en un agravamiento de la situación, pendiente que no se detendrá, si no se toman los correctivos de lugar, con soluciones de raíz y luego establecer el permanente mantenimiento.
Conforme al médico, los escasos recursos que percibe el Cabral y Báez son destinados al pago de una empleomanía que sobrepasa las 3,000 personas, a la que hay que sumar otra nominal, que recibe su sueldo con diez y quince días de retraso.
A su juicio, en medio de todos esos problemas, lo más recomendable es que el centro asistencial sea declarado en estado de emergencia.
El hospital José María Cabral y Báez recibe pacientes de 14 provincias del país, además de la significativa presencia de los inmigrantes haitianos. Reportes oficiales revelan que el pasado gobierno invirtió en ese centro RD$850 millones.
El secretario de Salud Pública, Bautista Rojas Gómez, atribuyó hace poco a problemas administrativos, los atrasos en las subvenciones correspondientes a los hospitales públicos del país. Dijo que se tramitaba con la Secretaria de Hacienda un fondo en avance que aliviane el problema.
Rojas Gómez explicó busca que ese fondo en avance sea equivalente a tres o cuatro meses.
El atraso en la entrega de las subvenciones a los hospitales es significativo, porque hasta agosto de este año muchos de esos centros asistenciales llevaban hasta cuatro meses sin recibir un centavo del gobierno.
El retraso en la entrega de las subvenciones económicas a los hospitales, subcentros e institutos regionales, se atribuyó en aquel entonces a la caída de las recaudaciones fiscales del gobierno.
