Washington.- Una importante primera votación en el Senado sobre la reforma al sistema de salud del presidente Barack Obama en una inusual sesión nocturna del sábado representa una dura prueba para la unidad demócrata y la imagen del presidente.
Los líderes demócratas tienen buenas perspectivas, pero necesitan que todos sus partidarios y los independientes voten a favor, mientras que dos moderados continuaban sin decidirse antes de la votación que se tiene prevista para alrededor de las 20 (0100 GMT del domingo).
Los votos determinarán si puede continuar el debate sobre la iniciativa de 2.074 páginas del líder del bloque mayoritario Harry Reid con la que se busca reformar profundamente el sistema de salud estadounidense en la próxima década.
Según el proyecto de ley de Reid, casi todos los habitantes estarían obligados a comprar seguros médicos y se cobrarían miles de millones de dólares en nuevos impuestos a las aseguradoras y los estadounidenses de mayores ingresos para ayudar a ampliar la cobertura a los 30 millones de personas no aseguradas.
Además, las compañías de seguros ya no le podrán negar sus servicios a las personas con ciertos problemas médicos ni abandonar a sus clientes cuando se enferman.
Los dos indecisos son las senadoras Blanche Lincoln de Arkansas y Mary Landrieu de Louisiana. Un tercer senador moderado, Ben Nelson de Nebraska, anunció el viernes que apoyará a su partido en la votación de prueba pero advirtió que esto no significa que estaría con ellos en la votación final.
"Esto no es a favor o en contra de la nueva iniciativa de salud del Senado", dijo Nelson. "Esto es sólo para comenzar el debate y una oportunidad para lograr mejoras. Si no te gusta una iniciativa, ¿por qué impedir las posibilidades de mejorarla?".
Si Lincoln y Landrieu piensan de la misma forma, Reid tendrá los 60 votos que necesita para imponerse en el senado, que tiene 100 integrantes. Mientras tanto los 40 republicanos continúan unánimemente opuestos a la propuesta.