Hoy 19 de octubre 2020 después de los treinta minutos de caminar, he leído el matutino El Día, y he estado 45 minutos meditando….
Concibo estamos muy mal al violar la Constitución aplicando el POPULISMO: conjunto de clientes situados bajo la protección de un partido político. El Presupuesto asigna RD$691 millones para que senadores y diputados reciban y nunca hemos leído el informe que hacen del gasto de esos millones durante cuatro años y si lo auditan. No he olvidado al expresidente de la Cámara de Diputados Abel Martínez: «voten honorables, aprobado 52 millones de pesos para habichuela con dulce. Increíble, pero cierto. En ningún rincón del país se dijo «que buena está la habichuela con dulce».
Cuando en el Presupuesto se asignan esos millones para gastos clientelar del Congreso, se está pisoteando la Constitución que prohíbe el gasto clientelar.
Con pena no veo la transparencia y ética en el Presupuesto para senadores y diputados. Esto, la moral lo cuestiona.
¿Por qué el señor ingeniero Eduardo Estrella, presidente del Senado y el senador Antonio Taveras rechazan recibir el «funesto barrilito». Pienso: carácter de hombres dignos, honorables que se respetan, se reconocen a sí mismo y reconocen a los demás. Hombre, no varones que se quedaron en la materia. Hombres que actúan sin careta, sinceros y muy respetuosos de sí mismo y los demás. Esos dos senadores son hombres de Estado. En el mañana serán muy felices por hoy pensar en las consecuencias después de entregar las obligaciones contraídas con su pueblo votante. Serán más valorados, queridos y admirados. No están en el capitalismo salvaje.
No lo niego estoy observando un grave mal al violar la Constitución.
Sé que aún hay Patria, aunque el dominicano no esté de acuerdo con el «funesto barrilito».
Ya no puedo continuar mi interior lo impide, duele, duele ver violar la Constitución. ¡Oh nuestra ansiada vida democrática!… Dios nos proteja…!
Apenado les deseo se conserven bueno unido a Dios en sus cinco actitudes: Una alegría, amor, aceptación, bendición y agradecimiento totales.
El autor es vicealmirante retirado de la Armada Dominicana.
