SANTIAGO.- Cerca de 80 haitianos indocumentados fueron repatriados a su país de origen al ser detenidos por inspectores de Migración en el sector Ciruelitos, de Santiago.
Muchos de los haitianos fueron arrestados en pensiones y otros mientras caminaban por las calles.
Organizaciones del barrio Ciruelitos, uno de los más poblado de Santiago, habían amenazado con expulsar por sus propias cuentas a los haitianos si Migración no lo hacía al responsabilizarlos de muchos de los actos delictivos que ocurren en el sector.
Los inmigrantes fueron montados en autobuses y luego fueron trasladados a la frontera de Dajabón para su repatriación.
Los residentes del lugar al notar la presencia de los inspectores de Migración jubilosos se tiraron a las calles y colaboraron con ellos ubicando los lugares que sirven de refugio a estos inmigrantes.
Sin embargo, se quejaron porque la mayoría de los apresados regresaron al barrio a la media hora.
Sin embargo, las autoridades migratorias negaron la versión y dijeron que cuando se hacen esos arrestos, antes de proceder a su repatriación se procede a depurar a los inmigrantes y los que tienen visas o carnés que autorizan su estadía en el país, lo lógico es dejarlos en libertad y los indocumentados son repatriados.
Los moradores del sector Ciruelitos dijeron que muchos de los haitianos que en los últimos dos años, se han radicado en esa barriada no trabajan y que cometen robos, asaltos y se dedican a la venta de drogas en contubernio con delincuentes dominicanos que viven allí.
Expresiones como “sáquenlo a todos, ojalá que no lo dejen por el camino, llévenselos, por si no lo hacen, lo haremos nosotros”, era la versión socorrida de los lugareños.
Un inspector de Migración que hace ocho años trabajó en ese organismo, dijo que las cosas han variado del cielo a la tierra.
“Todavía hace siete años que cuando hacíamos redadas encontrábamos el rechazo de una gran parte de los dominicanos y eso entorpecía nuestro trabajo, pero ahora es lo contrario, los criollos no quieren compartir su espacio con estos inmigrantes y por eso ayudan a las autoridades ubicando los lugares donde se encuentran”, dijo.
También recordó que muchos dominicanos se prestaban a esconder a los haitianos en sus casas, pero que ahora es todo lo contrario, pues cuando los inmigrantes entran a una vivienda tratando de esconderse de los inspectores, sus propietarios se lo entregan a las autoridades.
“Antes venían a trabajar, eran buenos vecinos y por eso la gente lo quería, ahora llegan con poderes, invaden solares baldíos y no hay quienes los saquen, roban, matan, asaltan, venden drogas, tiran basura a las calles, arrabalizan el lugar y por eso ya nadie lo quiere ver aquí”, enfatizó la estudiante universitaria Kenia Dilenia Quezada Durán, residente en el barrio, quien dijo que igual que el 99.9 por ciento de los lugareños apoya las repatriaciones.