Llegó diciembre, es hora de usar la gratitud en medio del bullicio, alegría, el consumismo y los clásicos deseos de paz y prosperidad.
Diciembre es el último de los meses y como siempre, con el vivimos esa bella tradición de la navidad. Abundan las manzanas, uvas, cerdos asados, teleras, los aguinaldos, intercambios, angelitos, tarjetas navideñas, regalos del 25 de diciembre, la comilona de la cena de Noche Buena, los merengues clásicos: “Volvió Juanita”, “Feliz Cumbe”, “Lindo Cascabel”, “Pato Robao”, “Aires de Navidad”, “ La Juma I y II”, del Conjunto Quisqueya”.
Para los empleados, el doble sueldo, las fiestas de fin de año, las bonificaciones y ahí paro, pues hay más cosas en la navidad dominicana…
De este mes celebremos la esencia de este período que es el nacimiento de un ser singular, unigénito, que vino al mundo para ser su luz, para que la humanidad la formemos personas trascendentales, fieles al Dios creador y su plan de vida de la cual somos su obra maestra. Jesucristo impulsa, nos salva, nos hace creativos y, por supuesto, cuando usamos virtudes que nos alejan del pecado se pone contento.
La pequeña virtud del agradecimiento es prueba de un gran corazón.
Mi gratitud a Dios, que sostiene el aire que vivifica mi sangre e ilumina mi pensamiento al escribir para aportarles algo.
Al licenciado Fabián Suero, director de este multimedios Dominicanoshoy.com, a la licenciada Ernestina de la Rosa , lectora y útil colaboradora de esta columna, a mi amiga y compañera de trabajo Ruth Villaman, ya que su libro “Vivir para Triunfar” de Félix Cortes, se los recomiendo, me sirvió de puente para “Escalar la Cumbre ”.
Feliz Navidad, a todos los lectores, oyentes, personal de esta empresa y al pueblo dominicano en general.
escalandocumbre@hotmail.com