Buscando el origen del universo, estudiando los bailes de los huevos y las danzas de las semillas, siguiendo las huellas del Creador, andando tras los pasos de la Madre Naturaleza, primero encontramos las moléculas. Descubrimos que las moléculas están integradas por átomos, los átomos están compuestos por electrones y los electrones por subatómicas partículas. Luego hallamos sub-subatómicas partículas que forman las subatómicas partículas. Finalmente hemos descubierto que esas sub-subatómicas partículas están integradas por unas pequeñísimas partículas subatómicas que hemos bautizados como Quantum.
Cuando los científicos, tratando de encontrar el origen de la vida, la consolidaron y la introdujeron dentro de un acelerador de partículas, hallaron lo que Einstein y sus compañeros habían descubierto: Que este recurso, el Quantum, no esta compuesto de partículas.
El Quantum es puro, es vacío, sin fronteras, es invisible, vibra a una velocidad tan alta que desafía la medición y la observación. Es como lo dejó establecido el Gran Arquitecto del Universo, es el espíritu, la nada.
El descubrimiento nos hace pensar que los autores de la Biblia sabían de lo que estaban hablando, razón por la cual al primer hombre lo bautizaron con el nombre de Adán, que invertido significa Nada. No es una locura llegar a pensar que la antigua civilización tuvo laboratorios tan o más sofisticados que los que tenemos hoy. Cuando descubrieron que la Madre Creadora creó el universo de la nada, quisieron decir que el mundo fue estructurado usando como base el Quantum. El llamado Quantum, el espíritu, la nada, es el soplo de la vida.
Ahora está en el cine, con record de taquillas, la película 2012. Basada en la predicción Maya en la que se establece, no que el mundo llega a su fin, sino que la Tierra detendrá su giro actual y empezará a girar en sentido inverso, invirtiendo los polos. Así, el actual Norte pasará a ser Sur y el Este será Oeste. Un grupo de científicos, para salvar a la humanidad, a la especies existente en la actual naturaleza, construyen tres arcas en las que navegan durante 27 días hasta encontrar el Puerto de la Esperanza en África, donde ya las aguas han retrocedido a sus niveles y la vida recomienza, recomienza sin que los actuales conocimientos científicos se pierdan. Es decir, tal y como ocurrió en la antigüedad.
Uno de los aspectos esenciales de la película es que demuestra que la Madre Naturaleza no tiene religión, ninguno de los grupos religiosos que basaron su anhelo en la supervivencia en la plegaria lograron sobrevivir. Sobrevivió la ciencia que pudo medir los efectos de un proceso evolutivo que está más allá de nuestras creencias religiosas, sobrevivió la humanidad que creyó que la naturaleza como cuerpo vivo cambia y que esos cambios no hay Dios que los evite, sino dioses que los generan.