Pese a que la Corte Penal Internacional mantiene una orden de arresto contra él, la visita de Putin en Mongolia transitó sin tensiones y en un ambiente cordial
El 24 de febrero de 2022, Rusia llevó a cabo una invasión militar a gran escala en Ucrania, desencadenando una serie de ataques. Estos han resultado en numerosas víctimas y daños significativos en la infraestructura civil. Los ataques han afectado a hospitales, escuelas y viviendas, causando un alto número de muertos y heridos entre la población civil. Estas acciones, al parecer indiscriminadas, contravienen las normas internacionales de guerra y podrían ser consideradas crímenes de guerra.
Desde el 22 de febrero de 2023 se presentó ante la Corte Penal Internacional (CPI) una orden de arresto contra el presidente de Rusia, Vladimir Putin. Esta también estuvo acompañada por una orden en contra María Lvova-Belova, Comisionada para los Derechos del Niño en Rusia. Más tarde, el 17 de marzo del 2023 se emite oficialmente la orden de arresto internacional contra el presidente ruso. Esta medida fue tomada en respuesta a acusaciones graves relacionadas con crímenes de guerra. Estas órdenes también están vinculadas a la deportación y traslado ilegal de niños ucranianos.
Deportación forzosa y adopción ilegal: El caso de los niños ucranianos
Las órdenes de arresto señalan que Putin y Lvova-Belova están implicados en la deportación forzosa de menores de edad de orfanatos. También involucrado con la toma de niños de hogares infantiles en Ucrania a territorio ruso. Los niños, que fueron trasladados en medio del conflicto, fueron sometidos a un acelerado proceso de ciudadanía rusa. Posterior a esto fueron dados en adopción a familias rusas. Este acto ha sido calificado como una violación grave de los derechos humanos y del derecho internacional.
Las Naciones Unidas expresaron su apoyo a las acciones de la CPI, subrayando que la orden de detención también está relacionada con crímenes de guerra. La decisión de mantener la orden en secreto responde a la necesidad de proteger a las víctimas menores de edad involucradas en el caso. Esta medida busca garantizar su seguridad y privacidad mientras se lleva a cabo el proceso judicial.
Putin arriba en Mongolia para reforzar relaciones bilaterales
El lunes 2 de septiembre, el presidente ruso Vladimir Putin llegó a Mongolia con el objetivo de fortalecer las relaciones bilaterales y discutir áreas de cooperación entre ambos países. Mongolia, que es miembro de la Corte Penal Internacional (CPI) desde 2002, recibió a Putin con una ceremonia de bienvenida que incluyó una destacada guardia de honor en la capital, Ulaanbaatar. Este encuentro subraya el interés de Rusia en consolidar su relación con Mongolia en diversos frentes diplomáticos y económicos.
Como miembro de la CPI, Mongolia está obligada a cumplir con las órdenes de arresto emitidas por la Corte Penal Internacional. Aunque Putin fue recibido con honores oficiales, la presencia de una orden de arresto en su contra complica la situación diplomática. Las autoridades mongolas deben equilibrar su compromiso con la CPI con sus intereses en mantener relaciones constructivas con Rusia.
La visita de Putin a Mongolia ha atraído la atención internacional, resaltando la tensión entre los compromisos legales internacionales y las relaciones bilaterales. La situación plantea interrogantes sobre cómo Mongolia gestionará sus obligaciones con la CPI mientras maneja su política exterior y sus alianzas estratégicas.
Protestas en Ulaan Bator contra la visita del presidente ruso
A pesar del recibimiento oficial, la visita de Putin no estuvo exenta de controversia. Un grupo significativo de ciudadanos se reunió en una plaza de Ulaan Bator para protestar contra la presencia del presidente ruso en Mongolia. Los manifestantes, armados con pancartas que exigían la expulsión de Putin, expresaron su descontento con la visita, citando preocupaciones sobre las acusaciones de crímenes de guerra que pesan sobre el mandatario ruso, según afirma la BBC.
Confianza rusa en la diplomacia con Mongolia
A pesar de la posibilidad de que Mongolia pudiera proceder con un arresto, Rusia se mostró optimista sobre la visita del presidente Vladimir Putin al país. Dmitry Peskov, portavoz del Kremlin, destacó que Mongolia es una nación amiga y que las relaciones bilaterales entre ambos países son excelentes. La confianza rusa en mantener una relación sólida con Mongolia se basa en una percepción positiva de la diplomacia y la cooperación entre los dos países.
Durante su visita, Putin participó en las celebraciones del 85 aniversario de la victoria en la batalla de Jaljin-Gol, un evento significativo en la historia de Mongolia. El presidente ruso se retiró del país el martes por la noche con una ceremonia de despedida que incluyó una gran alfombra roja y un homenaje militar. La salida de Putin fue tan destacada como su llegada, subrayando el carácter ceremonial y diplomático de su visita.
Putin utiliza a Mongolia para burlarse de la CPI
Elena Davlikanova, becaria de democracia en el Centro Europeo de Análisis de Política Europea (CEPA), ha revelado preocupaciones serias en un artículo publicado en la página de CEPA. Davlikanova sostiene que el presidente ruso Vladimir Putin está utilizando su visita a Mongolia como una táctica para desafiar y burlarse de la Corte Penal Internacional (CPI). Según su análisis, esta estrategia es parte de un esfuerzo más amplio para evadir las consecuencias legales de las órdenes de arresto internacionales.
Davlikanova argumenta que la elección de Mongolia como destino de la visita de Putin no es casual. Mongolia, que es miembro de la CPI, debería tener la capacidad de actuar sobre las órdenes de arresto emitidas por la Corte. Sin embargo, la visita de Putin a Mongolia, según Davlikanova, parece diseñada para demostrar un desafío abierto a la autoridad de la CPI, subrayando las tensiones entre el Kremlin y la comunidad internacional.
Reacciones de Ucrania en medio de esta visita
En el canal oficial de Telegram del gobierno de Ucrania mediante su portavoz Gheorhiy Tykhi expresó que el Gobierno de Mongolia golpeó a la CPI y al sistema de derecho penal internacional.
«El incumplimiento por parte del gobierno de Mongolia de la orden obligatoria de la CPI para arrestar a Putin es un duro golpe para la Corte Penal Internacional y el sistema de derecho penal internacional.
Mongolia permitió que un criminal acusado escapara de la justicia, compartiendo así la responsabilidad por sus crímenes de guerra». Trabajaremos con nuestros socios para que esto tenga consecuencias para Ulán Bator.
Mongolia y Rusia exploran proyecto de Central Nuclear
Mongolia está evaluando la posibilidad de permitir que especialistas rusos operen una nueva central nuclear de pequeña potencia en su territorio. Así lo afirma el medio de comunicación ruso Tass. La propuesta, realizada por la corporación estatal rusa Rosatom, sugiere que los expertos de la compañía podrían ser responsables de la explotación de la instalación. Alexéi Likhachev, director general de Rosatom, compartió esta información en una reciente entrevista con el canal de televisión Rossiya-24.
El proyecto contempla la construcción de una central nuclear de pequeña capacidad, una tecnología diseñada para proporcionar energía de manera segura y eficiente. La participación de Rosatom en la operación de la central refleja el interés de Rusia en expandir su influencia en el sector energético de Asia Central. Tomado de elcaribe.com.do