Por: José Antonio Torres
Debemos disculparnos si decimos que el ruido es un problema moderno, pues ya en el Viejo Testamento se encuentran quejas por las molestias que causaba en Israel el martilleo de las piedras de moler, aunque con el paso del tiempo el ruido tomó la dimensión de un tema importante en materia de salud pública.
De acuerdo a los especialistas, la reacción humana al ruido comprende irritación, fastidio o molestia. A esta reacción se asocian síntomas psicológicos y psicosomáticos en un 30% de las personas que sienten molestias.
La capacidad del ruido para causar molestia o fastidio es tan reconocida que no parece requerir confirmaciones experimentales. Sin embargo, cabe señalar que en las zonas con ruido constante existe entre 5 y 10% mayor probabilidad de contraer enfermedades cardíacas.
La molestia por ruido se ha definido como el resentimiento que sentimos ante la invasión de un espacio que por el momento hemos marcado como propio y privado.
La idea de que el ruido perturba la salud mental es muy popular (“ese ruido me está volviendo loco”) pero son pocas las publicaciones, aunque muchos los estudios que confirman rigurosamente esa creencia.
En cualquier caso, como en otras variables ambientales, la capacidad de afrontamiento ante una situación ruidosa será un factor determinante a la hora de explicar los efectos más o menos intensos que la persona puede sufrir.
Entre ellos, los derivados de la capacidad de control conductual, cognitivo o emocional o de la aparición de efectos como los derivados del Síndrome de Indefensión Aprendida.
Después de leer los daños clínicos que produce el exceso de ruido en las personas, no apoyar el programa de tranquilidad ciudadana que viene realizando en los barrios el Ministerio de Interior y Policía sería más que una mezquindad.
Recordemos que mientras más ruido hay en nuestro entorno menos puede descansar nuestro cuerpo, estudiar nuestros hijos, dormir nuestros ancianos y niños.
Aunque al final se trata de un derecho que tenemos como ciudadanos de descansar en nuestros hogares. ¿Verdad Faride Raful? Tomado de elnacional.com.do