close

Cómo Yeni Berenice Reynoso afrontará el caso empresario Antonio Carbone

LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
Facebook
Facebook
Youtube
Instagram

Por: William Perdomo

Santo Domingo, RD- La designación de Yeni Berenice Reynoso como nueva procuradora general de la República Dominicana, en sustitución de Miriam Germán, llega en un momento clave para la justicia y la credibilidad institucional del país. El caso del inversionista canadiense Antonio Carbone, favorecido por la sentencia TC-0367-21 del Tribunal Constitucional (TC), no solo pone a prueba la capacidad de la Procuraduría General de la República (PGR) para ejecutar fallos complejos, sino que también expone las tensiones entre algunos actores políticos, los intereses económicos y el Estado de derecho.

Tras una casi una década de litigios, Carbone, logró que el TC revocara una sentencia que avalaba el despojo ilícito de sus propiedades, valoradas en más de 580 millones de dólares, incluyendo casinos, bancas deportivas, loterías y bienes inmuebles. Su alegato de haber sido víctima de una red de políticos y empresarios que orquestaron su expropiación refleja un patrón recurrente en América Latina: la colusión entre elites para manipular instituciones.

 La sentencia del TC, aunque contundente en el papel, enfrenta ahora el desafío de su materialización, un proceso donde la PGR y el Ministerio de Hacienda son piezas fundamentales.

La llegada de Reynoso a la PGR genera expectativas divididas. Por un lado, su experiencia en el sistema judicial dominicano podría traer eficiencia técnica; por otro, su nombramiento en un contexto de alta polarización política invita a cuestionar su autonomía. El caso Carbone será un termómetro inmediato: ¿logrará impulsar la devolución de los bienes?.

La ejecución de la sentencia requiere no solo voluntad legal, sino coraje político, especialmente si, como alega Carbone, existen «altas instancias» involucradas.

La dilación o el incumplimiento de la sentencia enviaría un mensaje catastrófico a inversionistas extranjeros, ya recelosos ante precedentes de opacidad judicial en la región.

La devolución oportuna de los bienes, en cambio, podría fortalecer la imagen del país como un destino seguro para capitales. Sin embargo, el verdadero reto es sistémico: garantizar que las instituciones funcionen sin sesgos, más allá de presiones externas. Aquí, la PGR debe actuar como garante, no como instrumento de poder.

Reynoso enfrentará presiones multifacéticas. Burocráticamente, la coordinación con Hacienda para transferir activos de tal magnitud exigirá precisión y transparencia.

Políticamente, si existen actores beneficiados por el despojo, podría haber resistencia pasiva o activa. Además, la opinión pública, sensibilizada ante casos de corrupción, vigilará si prevalece la impunidad o se sienta un precedente de equidad.

El caso Carbone no es solo una disputa legal; es un síntoma de las debilidades estructurales del sistema dominicano.

La designación de Reynoso representa una oportunidad para redefinir el rol de la PGR: ¿será un órgano técnico sometido a designios políticos o un actor decisivo en la consolidación del Estado de derecho?

La ejecución de la TC-0367-21 no solo restituirá bienes, sino que demostrará si la justicia puede vencer a sombras de algunos políticos y empresarios. El mundo observa.

No Comments

Leave a reply

Post your comment
Enter your name
Your e-mail address

Story Page