Mientras el vicepresidente ejecutivo de la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE), Celso Marranzini, anuncia que los días 24 y 31 habrá un suministro total de energía eléctrica y más de treinta mil voluntarios de diferentes organismos de socorro se preparan para cuidar por la vida de las personas, la inquietante sigue siendo, cuánto de lo personal pondrá cada quien para que se eviten lamentables accidentes.
Ya las experiencias anteriores de días de asueto, tanto de Semana Santa, como estos navideños marcan un cúmulo de violaciones del tránsito e ingestión indiscriminada de bebidas alcohólicas, tras lo cual, fechas de importantes encuentros familiares, en vez de llenar de alegría muchos hogares dominicanos, devienen períodos de luto y lamentaciones.
De una parte, el Centro de Operaciones de Emergencias cumple sus funciones de preservar la vida de quienes se desplazan por las vías en estas fechas festivas, y como informó recientemente el general Juan Manuel Méndez García, estarán involucrados socorristas, integrantes de la Defensa Civil y miembros de la Policía Nacional.
Pero, sin duda, resulta muy válido el llamado del director del COE a la población, pues las más efectivas medidas dependen de la prudencia con que conduzcan los choferes y, sobre todo, como bien se precisa, de los motoristas, que, lamentablemente, son mayoría entre los accidentados, por el sin número de violaciones que cometen una y otra vez en las calles y por no utilizar sus cascos protectores.
Toda cooperación resultará indispensable para que estas festividades se recuerden como verdaderas celebraciones en la República Dominicana, falta que hace tras un año convulso e inquietante.