El grupo químico Henkel y el constructor automotriz Daimler anunciaron este martes haber puesto punto final a un litigio que los enfrentaba, vinculado a un contrato de patrocinio de la escudería Brawn GP de Fórmula 1.
Henkel, grupo químico alemán, contestó ante la justicia un contrato de patrocinio con Brawn GP, comprada por Daimler, que había sido urdido por un ex empleado en el marco de una estafa a su propia empresa.
Esta y la escudería decidieron "renunciar a cualquier pretensión y poner fin al proceso jurídico", sin divulgar el trato alcanzado.
Según el contrato en litigio, firmado antes de la compra de Brawn GP por parte de Daimler, a mediados de noviembre pasado, Henkel debería invertir en el equipo de Fórmula 1 un total de 90 millones de euros en tres temporadas a partir de marzo de 2010.
Este contrato fue firmado por un ex empleado de la empresa química, un hombre de 43 años que no estaba habilitado para hacerlo, y actualmente es investigado por estafa por parte de la justicia alemana.
