El agujero de la capa de ozono -uno de los problemas ambientales más discutidos en la década de los ’80- está en vías repararse. Sin embargo, su recuperación podría contribuir a la aceleración del calentamiento en ciertas regiones del hemisferio sur.
Ésta es la conclusión de un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Leeds, en el Reino Unido, que analizaron información meteorológica recabada entre 1980 y 2000.
Los científicos descubrieron que, durante este período, aumentó la velocidad del viento en la región ubicada debajo del agujero de la capa de ozono.
Estos vientos de gran velocidad provocaron la formación de nubes más húmedas y luminosas durante los veranos, que actúan a modo de espejo, rebotando los rayos del sol.
Como consecuencia, la atmósfera antártica se tornó más fría.
"La mayor cantidad de gotas de agua de mar en las nubes -debido al aumento en la velocidad del viento- es lo que ha provocado un enfriamiento en algunas zonas del hemisferio sur", le dijo a BBC Mundo Ken Carslaw, uno de los coautores del estudio.
"En las próximas décadas el agujero se irá cerrando. Desafortunadamente, esto puede dar como resultado la aceleración del calentamiento en esas regiones", añadió el experto.
Entre dos males
La capa de ozono cumple la función de proteger a la Tierra de los efectos nocivos de los rayos ultravioletas.
Su rápida destrucción fue precibida por primera vez en los años ’80. Los científicos atribuyeron el daño al uso de clorofluorocarbonados, unos gases utilizados comunmente en los aerosoles y cuyo uso fue prohibido por el Protocolo de Montreal adoptado en 1987.
A partir de su prohibición, el agujero comenzó a recuperarse paulatinamente y en la actualidad, explica el profesor Carslaw, se ha estabilizado.
Lo que cabe preguntarse entonces es que si dado que su recuperación contribuye al calentamiento global, no resultaría mejor dejarlo como está en vez de tratar que se cierre por completo.
La respuesta de Carslaw es contundente: "De ninguna manera. Es mucho peor tener un agujero de ozono. La única solución posible al calentamiento global es reducir las emisiones de gases con efecto invernadero, porque eso es lo que causará la aceleración del calentamiento cuando ya no haya un proceso de enfriamiento".
Por otra parte el experto tampoco cree que la geoingeniería pueda aportar ninguna solución. Ni siquiera la propuesta de un barco que fabrica nubes, que replica, de algún modo, el mismo proceso que genera el agujero en la capa de ozono.
"Yo no creo que eso pueda aplicarse en la zona del continente antártico, porque allí los vientos son muy fuertes y por ende estos barcos tendrían que generar una cantidad enorme de vapor marino para que se note la diferencia", dice Carslaw.
"Además", concluye, "esto fue pensado para latitudes bajas y no para latitudes altas, como en estas regiones".