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Álvaro Arvelo hijo: universidad del insulto

LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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Uno de los periodistas de mejor formación académica es Álvaro Arvelo hijo (Alvarito).

Sus conocimientos son tan sólidos que nadie cuestiona.

Tiene una experiencia profesional privilegiada por su profundidad de análisis en los temas de la pelota profesional, los deportes, el arte, la cultura, la ciencia, la historia y los grandes acontecimientos de la humanidad.

Estos méritos son incuestionables. El que diga lo contrario pescaría de egoísta.

Es más, los oyentes les dicen la universidad de la radio.

Alrededor suyo se ha creado una aureola que raya en el fanatismo, llegando a celebrarle todo lo que dice y hace.

Esta audiencia le crea una sensación de maximizad comunicación, porque sus comentarios llevan una dosis pronunciada de malas palabras, insultos y calificativos, no importa que se dirija a un funcionario, una mujer, un político, un compañero de su propio programa, el dueño de la emisora, candidato, a quien se le ocurra.

El diccionario radiofónico de la llamada universidad de la radio va desde decirle, Cundo saca a esa v…, ese lo que es una m…, co…., hijo de la G… y otras suaves como maldito, desgraciado, apendejo, ect, ect. Nadie se salva de la lengua vulgar, inquisidora y desconsiderada de este hombre, que a su edad debería ser un canal de los buenos modales, de un comportamiento cívico a seguir, orientador y educador del uso del lenguaje en un ambiente de respeto.

En una ocasión, a un director de la Comisión de Espectáculos Públicos y Radiofonía se le ocurrió suspender a Alvarito por las malas palabras que usa y el presidente de entonces, Hipólito Mejía Domínguez, no sólo lo desautorizó, sino que envió al secretario de Estado de Cultura, Tony Raful a comunicarle que podía seguir en el programa dándole la garantía que tenía el respaldo del presidente.

Los candidatos, los dirigentes políticos, los empresarios y en fin todos no desean nunca jamás caer en la boca y la lengua suya.
Es lo que se llama una lengua respetada, temida, querida y criticada.

El periodista, escritor y profesor Felipe Collado (Lipe), en una ocasión planteó en un congreso de la prensa que se debía temer a la prostitución del lenguaje en la radio, refiriendo que Álvaro Arvelo hijo y los que les hacen coro en El Gobierno de la Mañana, por La Z, son los exponentes de la vulgaridad del lenguaje. Fue como si predicara en el desierto, a pesar de hacerle un llamado al Colegio Dominicano de Periodistas (CDP), para que afrontara esta situación.

Vivimos el síndrome radial Alvarito donde algunos aparecidos en la radio, sin tener el mínimo conocimiento de la importancia de este importante medio de comunicación en el mundo, lo superan en insultos, malas palabrotas, y violación de las normas de decencia.

Parecería como si la razón la tuviera el que más insulta.

Ciertamente Álvaro Arvelo, hijo, es una universidad del insulto.

Que lástima, tanto talento al servicio de lo vulgar.

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