Nueva York.- Fumar aumenta el riesgo de sufrir tuberculosis (TB) y un nuevo estudio en Hong Kong sugirió que la exposición al humo de tabaco de segunda mano también incrementa la posibilidad de contraer la enfermedad.
El equipo de Chi C. Leung, de la Clínica Wanchai Chest, en Wanchai, comparó el riesgo de TB en mujeres mayores que convivían con por lo menos un fumador con el riesgo de mujeres que vivían en hogares libres de humo.
El estudio incluyó a 15.486 no fumadoras, de entre 65 y 74 años. Todas convivían con sus esposos y habían concurrido a uno de los 18 centros de salud para mayores en Hong Kong entre el 2000 y el 2003. Una de cada cuatro convivía con un fumador.
Durante el seguimiento, que duró hasta fines del 2008 (o hasta la muerte o el diagnóstico de TB), 117 mujeres desarrollaron TB activa y 69 de esos casos fueron confirmados por laboratorio.
El equipo halló que las mujeres que habían estado expuestas al humo de segunda mano eran 1,5 veces más propensas a desarrollar TB activa que las mujeres que no convivían con un fumador, mientras que el riesgo de tener la enfermedad confirmada por cultivo fue 1,7 veces mayor.
La exposición al tabaquismo secundario causó el 14 por ciento de los casos de tuberculosis activa y el 18 por ciento de los casos confirmados por cultivo.
Además, las mujeres que convivían con un fumador eran mucho más propensas a tener algún tipo de enfermedad pulmonar obstructiva, como enfisema, o diabetes al inicio del estudio. Los resultados aparecieron publicados en Archives of Internal Medicine.
En un comentario sobre el estudio, el doctor Neal L. Benowitz, de la University of California, en San Francisco, escribió que el humo de segunda mano causa varios efectos dañinos, como el aumento del riesgo de desarrollar cáncer pulmonar y enfermedad cardíaca en los adultos, y la aparición de asma y enfermedad respiratorias bajas en los niños.
Además, fumar promueve la aparición de infecciones respiratorias, como la TB, al alterar la capacidad pulmonar de eliminar la infección.
En China, el 60 por ciento de los hombres fuman, pero sólo el 4 por ciento de las mujeres, de modo que el humo de segunda mano las afecta desproporcionadamente.
"La exposición al humo de segunda mano es otro problema de salud preocupante que afecta a las mujeres en los países menos desarrollados. Por lo tanto, la prohibición de fumar debería ser parte de la agenda de protección de la salud femenina", dijo el especialista.