Santiago.- El pastor Pablo Ureña, coordinador del programa “Niños por una Esperanza”, dijo que los niños que se encuentran alojados en refugios haitianos conviven en estado de promiscuidad, hacinamiento, insalubridad y que son vulnerables a todo tipo de abusos.
“Esos niños no sólo tienen el sufrimiento del hambre y la miseria, sino que tienen el peligro constante de ser abusados o traficados a otros países como República Dominicana”, dijo Ureña.
Para el pastor, la UNICEF y otros organismos internacionales que tienen presencia en Haití, deben garantizar la seguridad física y mental de esos menores.
En ese contexto, estima que todos los sectores que trabajan en la reconstrucción de Haití, tienen que hacer un mayor esfuerzo a favor de los niños haitianos.
Sostuvo que los menores y adolescentes de Haití sufren hambre, desatención, insalubridad, maltratos, abusos sexuales y de todas índoles.
Asimismo, comunicó que en su visita Haití pudo observar que las ayudas siguen llegando a Haití, pero que su distribución no es buena, por lo que entiende que se debe mejorar.}
No obstante, reveló que pudo ver se trata de organizar las cosas y poner a caminar al pueblo haitiano, pero que todavía hay muchos problemas.
Indicó que no hay dudas de que la gente sigue manifestándose a favor de Haití y los haitianos tienen el respaldo de los dominicanos y otros ciudadanos del mundo.
El Pastor dirige un programa que ha rescatado a más de 300 niños que trabajaban en el vertedero de Rafey y en su campamento del sector la Gloria, cerca de Cienfuegos de esta ciudad, ofrece educación, alimentación, salud, orientación espiritual, recreación física, entre otras acciones.