La población confiesa no entender el porqué, después de haberse invertido durante años y años tanto dinero en el sector eléctrico, los resultados no se ven y la crisis energética en el país parece un negro túnel “sin luz”, en el cual van quedando lesionadas personas que se manifiestan en contra de este y otros males que afectan, como sucedió con Santiago, donde cuatro personas resultaron heridas por perdigones y otras veinte fueron detenidas durante las protestas.
En estas mismas páginas hemos expuesto la realidad lastimera de contar con una de las más altas tasas de mortalidad infantil y materna de la región; con incumplidos objetivos del milenio relacionados con la educación y en muchas otras áreas de la seguridad social; con una violencia barrial que se incrementa, claro está, con la oscuridad a que son reducidas localidades del territorio nacional, aprovechada por una delincuencia que parece multiplicarse, junto al narcotráfico, cada día.
El desplome del suministro energético en el país parece ser uno de esos cuentos que nunca acaban. El vicepresidente ejecutivo de la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE), Celso Marranzini ha pedido excusas a la población por los apagones de horas y horas que se sufren cada día y según su criterio, el déficit de energía se redujo por la entrada en funcionamiento de al menos cuatro plantas que salieron del sistema por causas diversas.
Falta de pagos, salida de plantas, etc., son términos que anulan las esperanzas de tener un sector eléctrico que responda a las necesidades de la nación.
Marrazini también ha referido que 2009 cerró con un déficit de US$703.1 millones, mientras que en el año anterior fue de US$1,200 millones, lo que significa una reducción de US$496.9 millones o un 41.4%. Pero, esas disminuciones en porcientos, no acaban de satisfacer los requerimientos de dominicanas y dominicanos con el problema de una luz eléctrica, que parece inalcanzable e irrealizable, y duele más, sobre todo cuando se ha gastado tanto en el tema…