Cada mes debe ser, ante todo, de la Madre mayor, como el gran poeta denominó a la Patria. Pero, si algo merece una alabanza segura es que se dediquen días como estos que corren, para hablar de los símbolos y rendir culto a los próceres independentistas dominicanos.
La bandera, el Himno, el escudo, los Padres de la Patria y sus respectivas historias, son hechos que moverán la opinión pública y marcarán ese sello de la dominicanidad que identifica y honra a cada hijo de la tierra que dignificaron Duarte, Sánchez y Mella.
Vale la pena prestar mucha más atención a ese instante solemne en que se iza la bandera, cuidar cómo queda airosa y erguida en el edificio, escuela, institución pública o privada u hogar donde se erija o coloque. Preciso momento para narrar a los menores de esta sociedad la historia labrada en sangre y vidas de hombres y mujeres que hicieron posible la independencia que hoy se disfruta.
Será a través de charlas, desfiles, misas, ofrendas florales y ceremonias militares la memoria de los y las patriotas criollos. Otras manifestaciones de la cultura popular dominicana tendrán lugar como parte de la festividad popular.
El almanaque irá desprendiendo una a una las hojas de este período intenso dedicado a la Patria y sus héroes y sería también oportuno, ya que se anda en campañas y elecciones, para aquellos que ocuparán un lugar de responsabilidad en los destinos de la nación, que recordaran las frases martianas: “Con los pobres de la tierra, quiero yo mi suerte echar…”. Esta sería su mejor ofrenda en el Mes de la Patria dominicana y siempre…