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Turquía se lanza a la caza del mercado turístico

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Antalya (Turquía).- A principios de los años ’70 apenas 100.000 personas visitaron una Turquía aislada de los circuitos turísticos. En 2009, mientras el sector se contrajo un 5% a nivel mundial, el país eurasiático recibió un 3% más de visitantes.

Esas cifras, que han situado a Turquía como el octavo país más turístico, no son aún un "desafío" a la supremacía española como destino vacacional en el Mediterráneo, pero los "números de Turquía van a subir", advirtió a Efe el secretario general de la Asociación turca de Inversores Turísticos (TYD), Koray Yetik.

Yetik, uno de los participantes en el Simposio Internacional de Periodismo y Turismo en Antalya, la capital turística de Turquía, recordó que las diferencias entre ambos países son aún enormes.

"España es otra historia. El turismo de golf deja en España 5.000 millones de dólares. En Turquía son 250 millones", comparó Yetik.

Respecto a las buenas cifras que el país mediterráneo registró en 2009, una auténtico "annus horribilis" para el turismo mundial, el experto reconoce que más visitantes no supusieron para Turquía más ingresos.

"Durante la crisis, por supuesto que los precios bajan", indicó Yetik.

Lo cierto es que desde 2003, el gasto por turista se ha reducido en Turquía hasta un 12%, una tendencia que, según Yetik, no significa que Turquía esté apostando por un "turismo barato".

El "todo incluido" es la principal parte del juego, no se le puede dejar de lado", reconoció Yetik, pero el directivo indicó que el aumento de la oferta hotelera es el que ha ayudado a reducir los precios. "Si tienes un millón de camas, los precios bajan por la ley de oferta y demanda".

Otro factor que ha contribuido a poner a Turquía en el mapa turístico del mundo ha sido la publicidad y la mercadotecnia. El Gobierno turco ha invertido 80 millones de dólares en una agresiva campaña de "marketing", que se intensificó aún más cuando la crisis económica mundial empezó a minar la afluencia de visitantes.

De hecho, el esfuerzo de las autoridades turcas para "vender" el país como destino turístico es una historia de amor-odio con los medios de comunicación internacionales.

La imagen de país conflictivo de los años 70, con duros enfrentamientos entre comunistas y nacionalistas, que desembocaron en un golpe de Estado en 1980, fue combatida por una política de control de la información y de desconfianza a la prensa extranjera.

No fue hasta en los años 90 cuando la actitud turca evolucionó a un "ven y escribe sobre Turquía, pero ven primero", que se materializó en numerosas invitaciones a periodistas extranjeros para visitar el país.

Pese a los altibajos que han causado las periódicas tensiones políticas, el conflicto kurdo o el terrorismo, esa campaña parece haber surtido efecto.

En 2009, 27 millones de turistas, principalmente de Alemania, Rusia y del Reino Unido -frente a 52,2 millones en España-, visitaron Turquía y se gastaron 21.000 millones de dólares.

Hoy, el turismo da trabajo al 6,5% de la población activa en Turquía y genera el 2,9% del Producto Interior Bruto (PIB) del país, unas cifras que la TYD confía en que no dejen de crecer a una media del 7% anual en los próximos diez años.

"Turquía no puede desafiar a España, Estados Unidos o Francia, pero puede estar entre los cinco primeros" receptores de turistas, confió Yetik.

Ahora, el reto que se plantea la industria turca es doble: por un lado diversificar más allá del modelo de "sol y playa" y por otro evitar las consecuencias negativas, especialmente en el medioambiente, del turismo de masas.

"Cómo equilibrar ecología y economía es una difícil pregunta", concedió a Efe el alcalde de Antalya, Mustafa Akaydin, quien incluso reconoce que un turismo centrado sólo en el "sol y playa trae más problemas que beneficios". EFE

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