II
Caminando disfruto la brisa yodada el Mar Caribe. Los compadres vienen y se sientan. Yo me acomodo cerca de ellos, alerto los pabellones.
Compai Juan. Anoche leí uno periódicos que mi hijo Panchito guaida. Que peiveisida, lo creí poi que vide la foto de unos sinveiguenza banquero y hasta una dama, que están presos, se cogien los cuaitos de unos tontos.
Recueida, ante ei banquero era ei hombre ma serio dei pueblo, veo agora son casi to ladrones. Mi hijo me dijo que no cumplirán toa la condena, lo van a soitai poi buena conduta. Carajo que epíritu toisio tiene buena cotumbre. Ta clarito lo cuaito lo pue to, cuando no hay serieda, borran la dinida y teplanza. Eto se fuño, la morai que enseño Hoto, murió en Venezuela con ei gran Duaite.
Compai Concho. Eso e aquí, En China ei que negocia con droga, ei minitro dei nepotimo, le dicen la mujei ecoja una bala de esa, paguela, con la cuai vamo a daile un tiro en la nuca a su mario. Ese sitema no tiene cueida floja. Aquí llaman indilicaidesa, inainita le dicen. Poi esa toilerancia, tamo de mai a peoi.
Compai Juan. Ai pueblo le siguen robando, nojotro vimo lo grande negocio dei jefe Trujillo, ayúdeme a reoidai: la Compañía Electricida, doce ingenios azucarero, las fabricas de Cemento, de Vidrio, Pinturas, Zapatos, Molino Dominicano, Saco y Tejido, la Aigodonera, la Manicera, ei periódico ei Caribe, Radio Caribe, la televisión la Vo Dominicana, la finca de Engombe, hoy la Zona Industrial de Herrera, la Compañía Anónima Tabacalera, la Chocolatera Sánchez, Alambre y Púas, la Flota Mercante, Compañía de Seguro San Rafael, Compañía Dominicana de Aviación, en cada provincia un hotel, los arrozales de Nagua y Bonao, Hacienda Caracol, el negocio dei Banco Agrícola, ei Reservas y ei Banco Central, cinco finca lechera, la Maimolera, las minas de Sal y Yeso. Compai se no oividan, se que faitan.
Ese a sio ei gran robo, aí taba toi ei dinero dei pai presupuesto. Una mejoi educación pública nacionalita, pa la salud, la agricultura, camino vecinale y caretera. Toitico lo acaban.
Ante había un ladron, agora cada cuatro año. ¡Cuánto millonario!. En ei juramento dei caigo, dicen lo que piensan cojeise con ei peculao. Son lo llmao lide, que Ali-Baba le queda enanito.
Compai Concho, vide que llaman crisi económica a la mala maña, de cojei lo cuaito ajeno.
Pero Juan pa mi allá en ei rincón donde nacimo ya no se debe deci ni crei en lo 30 caballero. ¡Como Concho! si, agora ei serruchi que desechan, se fue ai otro paitio y serruchan la intención dei diputao que nunca ha levantao la mano pa hacei ley y gana millone. Ya oigo ai populacho, diciendo que no son lo 30, que toitico lo santigüero son pendejo, poi creeile ai que piensa una cosa, dice otra y ai fin va donde le conviene. Eso e morai camalión o trafuga.
Concho y lo dei diputao Romeo atracadoi de niña, la preña, ni cuida hijo, ai sacailo a apirail a seguir en ei negocio a pueto la mujei en su lugai. Ya ve no se requiere sabei na pa sei ley, solo sei cachasú. Deben cambiai ei nombre a ese grupo y poneile cámara de inmorai o sinveiguensa, mejoi cámara de vende carro sin pagai impueto.
Compai concho miremo pa otro lao. Nainita aceto de tanto mañece poi toi ei pai, borran la Frontera, Inmigración ni mira. Agora no invaden sin tirai un tiro. Yo se ei dominicano va a depeitai. La manteca no se mecla con ei agua. Eso viene, como eto va se pondrá insopoitable. Dicen que e ei hambre que lo empuja pa ca, nainita le creo. Solo epero no sea con ei sonío de la coineta y ei sable de Santana, Duverge, Imbei y Pepillito Saicedo.
Compadre vamono ei soi se va y de noche to lo gato son prieto, no puen atracai. Cierto ya no hay segurida. Concho eso vendrá, ei mai obliga a cambio.
