Santiago.- Desesperación y pánico ha provocado entre los padres que tienen hijos estudiando en escuelas públicas en Santiago, por las intoxicaciones masivas que está provocando el desayuno escolar que se les suministra.
La preocupación es tan grande, que muchos padres están recomendando a sus hijos no consumir el desayuno escolar.
“Preparamos el desayuno con bizcochitos y jugo, porque por recomendación de la Secretaría de Educación la leche ha sido sustituida, pero pocos estudiantes lo consumieron”, dijo una empleada de la escuela pública del sector de Pekín, de Santiago.
“Tengo tres niños, uno de siete, otro de 9 y una de 12 estudiando en escuela pública, pero le he dicho que ni por asomo consuman ese desayuno, total si dejan de comerlo no se van a morir”, dijo el obrero Juan Zapata, del sector de Cienfuegos, al norte de esta ciudad.
En tanto, que en comunidades de la zona fronteriza, se informó que quienes están consumiendo el desayuno escolar son niños haitianos que cruzan la frontera para esos fines.
Estudiantes en precariedades
De otro lado, más de 200 estudiantes de la escuela Los Rincones de Yabanal en Puñal, Santiago, reciben docencia en ranchetas, que les han sido prestadas por algunas familias, denunciaron organizaciones comunitarias del luar.
El Bloque de Organizaciones comunitarias de Puñal, dijo que la situación se debe a que los trabajos de construcción del centro educativo que los alojará lleva casi cuatro años paralizados.
El director del plantel escolar, Elías Vázquez, explicó que tienen tres años impartiendo docencia en condiciones sumamente difíciles, y que las autoridades de Educación conocen la situación, pero no hacen nada por resolver la problemática.
Los niños reciben la docencia en condiciones infrahumanas ante la mirada indiferente de las autoridades de educación que, a pesar de conocer la situación del referido plante, se han hecho ciegos y sordos.
Asimismo, el director del centro educativo Elías Vásquez se muestra preocupado ante la problemática que amenaza con el desarrollo de las labores educativa con normalidad.
De su lado, Alejandro Ureña Bretón, padre de uno de los niños que estudian allí, denunció que la situación que padecen los escolares es una odisea, debido a los problemas que arrastran y que se tornan más difíciles principalmente en tiempo lluvias.
Mientras que los profesores, angustiados ante la falta de interés por parte de las autoridades competentes, dicen sentirse impotente porque el problema lleva varios años y no he tomado en cuenta.
La escuela de esta localidad lleva más de cuatro años en reconstrucción y actualmente los trabajos se encuentran paralizados.
