Berlín.- Los turistas que asisten a la ITB de Berlín encuentran la posibilidad de viajar a 187 destinos diferentes en el mundo y de apreciar el mosaico de culturas de los cinco continentes, que en la feria se promocionan a través de música, moda, arte, gastronomía y humor.
Más de 11.000 empresas participan este año en la Bolsa Internacional de Turismo (ITB), una de las más importantes ferias del sector, y para ello se valen de diversas estrategias para capturar la atención de los visitantes.
Los turistas se encuentran así con escenarios que representan las regiones más emblemáticas de los países ofertantes, entre ellas las pirámides de Egipto, el Serengeti en Tanzania, la cultura Persa en Irán, el Cusco en Perú, la flora y fauna del Caribe y la arquitectura maya de Mesoamérica, entre otras.
Pero además de atraer miradas, los operadores de turismo intentan llegar a los potenciales visitantes a través de la gastronomía en sus diferentes variedades.
En su recorrido, los visitantes de la ITB pueden probar los dulces de diferentes países europeos, jugo de naranjas traídas de Israel, frutos secos de Arabia, vino de Chile y café de Centroamérica, entre otras muchas opciones de diferente textura y sabor.
Y si el turista no puede ir a los territorios palestinos, al menos podrá en esta feria adquirir una joya de plata, incienso o una imagen religiosa tallada en madera fina de la región, ya que la ITB es también un mercado al detalle donde se vende casi de todo.
En el expositor de Túnez, figuras de elefantes, camellos y tortugas elaborados en metales y adornados con piedras semipreciosas; en el de Nigeria, utensilios de bronce, joyeros y sandalias de cuero así como billeteras elaboradas con piel de serpiente.
Sri Lanka por su parte exhibe chales de seda pura y Buthan cestos de diversos tamaños elaborados en bambú, mientras que Egipto oferta pergaminos a diez euros.
La música es otro elemento para los sentidos en la feria ITB, donde los turistas pueden escuchar melodías de Oriente Medio, clásicas europeas o las rítmicas del Caribe.
Entre los visitantes, los expositores latinos tienen un mayor número de adeptos, pues como comentó Axel Karsten, alemán asistente a la feria, los puestos de México y América del Sur están entre sus favoritos "porque son más alegres y hay más interacción. Los europeos solo te dan el folleto con la información".
Beata, una joven polaca, explica por su parte que los "stands" de Sudamérica son más atractivos "porque su cultura es diferente" a la que ella está acostumbrada.
En este evento multicultural donde se entremezclan diversas razas, idiomas y religiones también hay canto, moda, baile y actuación.
México inauguró su "stand" al ritmo de mariachis, Perú mostró los trajes típicos de varias regiones, Ecuador presentó su grupo folclórico del Tungurahua y Colombia mantiene permanentemente un grupo de actores que involucran en sus interpretaciones a los turistas que se acercan a tomar un buen café colombiano.
La ITB espera que a su cierre, mañana, hayan pasado por ella más de 180.000 personas, que habrán tenido desde que se inauguró el pasado martes la posibilidad de dar la "vuelta al mundo" a través de sus 160.000 metros cuadrados.