El 6 de noviembre del 1974, en una información de primera plana firmada por Miguel Hernández, en el vespertino La Noticia, el jefe de la Policía Nacional, Mayor General Rafael Guillermo Guzmán Acosta calificó que crimen contra la patria las actividades de los narcotraficantes.
Las declaraciones del jefe policial, padre del Mayor General Rafael Guillermo Guzmán Fermín, se produjeron en el marco de una conferencia de prensa para anunciar las cancelaciones cincos policías del antiguo Departamento Anti-narcóticos de la uniformada, quienes se robaron 40 libras de marihuana y otras pertenencias que estaban almacenadas como cuerpos del delito en esa dependencia.
Al referirse a los hechos, Guzmán Acosta resaltó: “la jefatura de la policía lamenta mucho que en este hecho vergonzoso estén involucrados miembros de nuestra institución, ya tantos ellos como la opinión pública están conscientes de la forma enérgica e implacable con que yo personalmente lucho contra los traficantes y usuarios de las drogas. Para mi esto es un crimen que va contra la propia patria”.
Conversando con los periodistas que cubrieron la conferencia de prensa, el jefe de la policía detalló como se descubrió el robo advirtiendo que “en todos los casos en que encuentren policía vagabundos, no importa su rango, los expulsará del cuerpo”.
Por recomendación del consultor jurídico de esa época, el coronel doctor José de los Santos Amarante, se decidió para dar un ejemplo, en vez de enviarlos a un consejo de guerra policial proceder a someterlos a la justicia ordinaria como bajas deshonrosas.
Los policías involucrados en el robo de la 40 libras de Marihuana fueron los rasos Juan Antonio Pichardo Núñez, Ramón Domingo Ceballos y Silvio E. Martínez García, y como cómplices cabo Manuel de Regla Tejeda Peña y el raso José Canela Valenzuela.
Unos 26 años después, desde la jefatura de la policía, padre Rafael Guillermo Guzmán Acosta y el hijo Rafael Guillermo Guzmán Fermín, coincidente en un punto histórico central de combatir el narcotráfico enfrentando la corrupción interna.
Actualmente, en la jefatura de Guzmán Fermín, la policía reasume el combate del micro tráfico colocando al frente de esta Dirección Central Anti-narcóticos (DICAN), al general licenciado Alejandro Antonio Estévez Germosén, que en seis meses al frente de la misma ha asestado importantes goles a los que se dedican a vender drogas en los barrios.
En busca de los puntos de drogas, la DICAN en el combate del micro tráfico se ha encontrado con la macro, ocupando grandes cargamentos de cocaína, armas de juego, vehículos, balanzas y motores.
Se resalta entre esos casos la confiscación de 293 kilos de cocaína en Villa Mella, dos jeepetas y en una de ellas se encontraron armas de guerra, pistolas y varios silenciadores que utilizan los sicarios.
También, se apresó a Manuel Mesa Beltré (El Gringo) el rey del micro tráfico en Capotillo y la zona norte con la suma de 4.4 millones de pesos, en una moderna jeepeta BMW 2009. Al sentirse preso, luego de un oficial de la DICAN identificarlo, ofreció la suma de medio millón de pesos a dos miembros de la policía preventiva que participaban en incursiones sorpresas de revisión de vehículos. Para evadir ser apresado y sometido a la justicia, El Gringo llamó para que les enviaran un recibo por la suma de 4.4 millones de pesos como alegado préstamo. Este recibo lo llevó el propietario de la casa de cambio Solano, el mismo que en las investigaciones de Mary Peláez, supuesta testaferro de José Figueroa Agosto, figura como la casa de cambio que suministro los millones de pesos para la compra de una residencia en Arroyo Hondo, donde las autoridades encontraron una caleta o túnel.
Otros de los logros de la DICAN es el descubrimiento de una plantación de marihuana en La Caoba de San Juan, donde se arrancaron más de 9 mil matas.
La DICAN se creó durante la jefatura de Guzmán Fermín, luego que el presidente de la República, doctor Leonel Fernández Reyna, recibiera un informe donde se daba cuenta que existían más de 20 puestos de ventas de drogas. Esta labor de inteligencia fue levantada en la Dirección Nacional de Investigaciones, antiguo Servicio Secreto.
La ley 50-88 sobre drogas y sustancias controladas, promulgada por el ex presidente Joaquín Balaguer, el 30 de mayo de 1988, quitó a la Policía el combate del narcotráfico, creando la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), debido a la corrupción interna imperante en el antiguo departamento de anti-narcoticos, luego del escándalo del coronel Aridio Descarte Pérez, cancelado y condenado por robarse la cocaína depositada. Nuevamente, el presidente Fernández instituye mediante un decreto que la Policía se ocupe de enfrentar el microtráfico, y los resultados son excelentes.