NUEVA YORK.- Floyd Mayweather Jr. y el campeón welter Shane Mosley aceptaron someterse a pruebas de drogas de nivel olímpico para su pelea del 1 de mayo en Las Vegas, lo que esperan se convierta en la nueva norma en el boxeo.
Los representantes de ambos púgiles se reunieron el jueves con Travis Tygart, de la agencia antidopaje estadounidense (USADA, por sus siglas en inglés) para conversar sobre el programa, el cual es más amplio que los exámenes que actualmente están bajo la jurisdicción de las comisiones atléticas estatales.
"Este es uno de los sucesos más importantes que he visto en el deporte del boxeo, y si esto introduce exámenes estilo olímpico al boxeo, no sólo habremos ofrecido una gran pelea sino que también habremos hecho que las cosas sean parejas para todos los atletas", dijo Richard Schaefer de Golden Boy Promotions.
Mayweather y Mosley se someterán a un número ilimitado de exámenes de sangre y orina sin previo aviso antes y después del combate, y los resultados serán almacenados de forma que la USADA pueda examinarlos también en el futuro. Las muestras son analizadas en busca de todas las sustancias prohibidas actualmente por la Agencia Mundial Antidopaje, incluyendo la hormona del crecimiento humano (HGH) y esteroides diseñados ex profeso como la tetrahidrogestrinona (THG).
La mayoría de las comisiones atléticas estatales sólo examinan muestras de orina, que Tygart dijo no pueden detectar al menos cuatro sustancias empleadas para mejorar el desempeño, entre ellas la HGH.
"Por primera vez, se tiene a atletas profesionales del deporte del boxeo que se acercan a nosotros para implementar un programa antidopaje", dijo Tygart. "Estos atletas son valientes en su posición y deseo de someterse al estándar antidopaje más estricto".
Mayweather y Mosley se reunieron el fin de semana pasado con dirigentes de la agencia antidopaje para proveer la información sobre su paradero y recibir información sobre las pruebas.
Mayweather exigió pruebas al estilo olímpico como condición para pelear con Manny Pacquiao, lo que el filipino no aceptó y descarriló las negociaciones de la que hubiese sido la pelea más importante en años.
Pacquiao enfrentó el sábado a Joshua Clottey y le ganó por decisión unánime.
