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Falta de recursos extingue esperanzas niños sordos

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Después de casi cuatro décadas de ayudar en la formación integral a seres con discapacidad auditiva, el Instituto de Ayuda al Sordo Santa Rosa apela a la solidaridad de personas e instituciones, a fin de continuar con esta labor de integrar a estos seres a la sociedad, cuya preparación tiene que realizarse de manera especial.

La limitación de recursos que experimenta el Instituto ha conllevado a abolir el almuerzo y ahora apenas pueden ofrecerles desayuno a sus estudiantes, situación que preocupa a las personas dedicadas a su atención, pues la mayoría de estos niños, niñas y adolescentes provienen de hogares muy pobres, donde carecen de una alimentación adecuada.

Para Mirla Taulé, asesora legal del Instituto de Ayuda al Sordo Santa Rosa, la suerte de estos pequeños pesa en su alma como gran dilema.

Vinculada desde hace décadas a dicha labor, junto al resto del voluntariado, cada instante deviene expectativas e impotencia ante la situación:

“Los padres no pueden pagar el transporte diario de sus hijos. Nosotros nos ocupábamos de traerlos hasta la escuela; pero, son dos viajes al día, uno de los cuales vamos a tener que suspender, debido al gasto que representa en combustible y el propio vehículo, que ya es muy viejo”.

Mirla Taulé reflexiona acerca de las donaciones de la institución alemana, las cuales han mermado en su ayuda y los recursos en general se han reducido casi por completo: “Es por eso que nuestro voluntariado apela a la buena voluntad de seres nobles, para que estos pequeños continúen contando con la posibilidad de educarse y convertirse en seres útiles a la sociedad: esa misma sociedad que la mayoría de las veces los discrimina”.

– ¿De qué manera puede ofrecerse la ayuda?

“Las personas o instituciones interesadas, pueden hacerlo con sólo 12 mil pesos al año, que representan 10 meses de docencia, a razón de mil 200 al mes; con esto se asegura la educación de una de estas criaturas. Otra forma de ayuda es que visiten el Centro Audiológico, donde se ofrecen servicios a toda la población a precios muy razonables”.

– O sea, que cualquier persona puede recurrir a los servicios del Centro Audiológico…

“Sí, gracias a estos servicios es posible detectar las deficiencias auditivas y saber cómo se van a tratar. Tal labor no sólo se ofrece a los internos en el Instituto, sino a la población en general, a precios acertados”.

– ¿Cuántas entidades apoyan al Patronato?

"El ministerio de Educación ayuda cubriendo la nómina parcial de algunos profesores. Otras empresas han aportado e instituciones bancarias contribuyen. Pero todo esto es insuficiente para cubrir las necesidades. La realidad es que la cantidad de donativos se han reducido y la matricula de niños ha aumentado“.

– ¿Cuál es el costo de la matrícula y sus requisitos?

“Lo que cobramos es casi simbólico; por eso lo que recaudamos no nos alcanza. El único requisito es que los padres estén dispuestos a que sus hijos reciban el entrenamiento que ofrecemos a diario, a la vez que les orientamos para que colaboren con la enseñanza. Actualmente, tenemos cerca de 200 niños activos y una capacidad física que admite mayor matrícula. Lamentablemente, la incapacidad económica no lo permite”.

-¿Tienen idea acerca de la cantidad de niños que sufren discapacidad auditiva en el país?

“El año pasado intentamos hacer un levantamiento para detectarlos y de ellos, saber qué cantidad podría entrar al Instituto. Pero, por las razones antes dichas de carecer de fondos fue imposible realizarlo. En verdad, siempre tenemos una lista de espera y muchos padres que quisieran que sus hijos ingresaran“.

-¿Cómo podemos saber a edad temprana que un niño tiene problemas auditivos?

“Estamos realizando una campaña para promover en las escuelas y colegios la realización de exámenes en estudiantes de primaria, a fin de descubrir si oyen correctamente, o no. Mientras más pequeños, más podemos hacer por ellos“.

– ¿Qué metodología de trabajo utilizan?

“Hay diferentes niveles de audición: están los sordos profundos que no pueden escuchar nada, ni siquiera con la ayuda de un audífono. La otra parte de la población tiene restos auditivos y esta discapacidad se reduce con los audífonos.

“Hay metodologías donde se emplea el lenguaje de los signos, la nuestra es más ambiciosa, pues utilizamos un método mixto. La idea es que los restos auditivos y culturales que tengan los niños puedan utilizarlos y aprendan a hablar, a comunicarse”.

– ¿Háblenos sobre la situación que tienen con los maestros, a raíz de la crisis que presenta el Instituto?

“Aquí no hay una universidad en la República Dominicana que prepare licenciados en Educación Especial, es el Instituto el que capacita a una parte de su personal para impartir las clases. Lamentablemente, las circunstancias actuales han provocado que la directiva discuta, aún contra su voluntad, la posibilidad de prescindir de algunos profesores”.

Casi al concluir esta entrevista, Mirla Taulé rememora que su vocación por esta causa nació gracias al legado de una tía, fundadora y amante de los desposeídos, sobre todo de niñas y niños discapacitados. “Fue una herencia, un legado que me dejó”.

Y con lágrimas en los ojos, sin dejar de exhortar a quienes decidan colaborar con Instituto de Ayuda al Sordo Santa Rosa, la asesora legal concluye con frases muy personales: “es tan grande mi satisfacción al ayudar a estos niños, que al final, yo recibo más de lo que doy“.

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