Pekín.- Ciento quince trabajadores fueron rescatados hoy de una mina en el norte de China, donde permanecían atrapados desde hace nueve días cuando se inundó, en un accidente cada vez más común en un país en el que una gran número de mineros mueren cada año.
No obstante, todavía permanecen sepultados otros 38 picadores, sobre los que no se han facilitado más detalles.
La prensa local aseguró que la mayoría de los supervivientes, que han sido distribuidos entre cinco hospitales locales, se encuentran en condición estable.
"Es un milagro en la historia de los rescates mineros de China", exclamó Luo Lin, jefe de la Administración Estatal de Seguridad Laboral, que se trasladó a la explotación para supervisar las labores de rescate.
"Qué fantástico es estar en la superficie de nuevo", acertó a declarar por su parte un minero rescatado a la agencia oficial Xinhua.
El domingo día 28 de marzo, el pozo de Wangjialing Coal Mine, en la provincia norteña de Shanxi y cercano a la ciudad de Linfen, sufrió una inundación que dejó atrapados a 153 de los 261 obreros que trabajaban en su interior.
"Los métodos tanto científicos como tecnológicos usados en el rescate han asegurado que se les recuperara con vida después de que hayan estado atrapados bajo tierra durante una semana", declaró el secretario del Comité Provincial del Partido Comunista de China (PCCh), Zhang Baoshun.
Además, un equipo médico -con muchos de los integrantes con experiencia en desastres como los terremotos de Sichuan y Haití- ayuda a los servicios de emergencia que continúan extrayendo a los supervivientes del pozo, con los cuerpos arropados con matas y los ojos vendados paliar el frío y la fotofobia.
El pasado viernes, cinco días después del accidente, los equipos de emergencia escucharon golpes regulares en tuberías de acero, que procedían de las profundidades del pozo.
Los socorristas respondieron con más golpes en las tuberías y mediante cables enviaron a las profundidades 300 bolsas de glucosa y otros alimentos.
Cuando izaron los alambres, hallaron enganchada una pieza metálica eléctrica, que colgaron los supervivientes.
Con turnos sin descanso, los más de tres mil efectivos de socorro han conseguido bajar el nivel de la inundación en 2,6 metros y extraer del interior del pozo casi 60.000 metros cúbicos de agua.
La explotación, de unos 180 kilómetros cuadrados y todavía en construcción, es propiedad de la firma estatal Huajin Coking Coal Co. y se calcula que tiene en sus entrañas más de 2.300 millones de toneladas de carbón.
Las minas chinas son las más peligrosas del mundo debido a la precariedad de sus métodos de seguridad y a la sobreexplotación de muchas de ellas, principalmente en invierno, cuando la demanda de carbón para calefacción sube en todo el país.
Hoy mismo, la prensa local informó de 28 muertos y 16 trabajadores que permanecen sepultadas tras la explosión de otra mina, el pasado miércoles en la provincia central de Henan.
Tras toda una serie de desastres mineros vividos en los últimos días en el país, el Gobierno chino anunció el comienzo a partir del mes que viene de una campaña a nivel nacional para certificar la seguridad laboral en las industrias potencialmente peligrosas.
Las inspecciones, que se prevé que duren dos meses, incluirá tanto la auto-evaluación de las propias empresas, a las que se dará la ocasión de mejorar sus sistemas de motu propio, como las inspecciones públicas y oficiales, que fiscalizarán las medidas posteriormente.
Según datos oficiales, en 2009 perdieron la vida 2.631 mineros, lo que supone un descenso del 18 por ciento respecto a 2008, una cifra negra que su suma a otro récord del país asiático, que lidera la clasificación mundial de siniestralidad laboral, con más de 10.000 fallecidos anuales en sus puestos de trabajo. EFE