La semana que se aproxima amenaza paros, nada menos que por parte del personal de enfermería, según ha dado a conocer la presidenta de la Asociación Dominicana de Enfermeras Graduadas, donde se integrarán además, bioanalistas, odontólogos, farmacéuticos y otros profesionales del área.
Sin embargo, como también se sabe, las conversaciones entre el Colegio Médico Dominicano y el Gobierno continúan, por lo que la pregunta sigue siendo, ¿por qué se dividen en estas batallas, en las cuales parece que habrá una posible solución, finalmente?
Si los servicios de enfermería y los otros mencionados se paralizan, las personas enfermas no recibirán una atención de salud completa, porque para nadie es un secreto que un médico no puede prescindir de quienes llevan a cabo una labor tan vital como las enfermeras- mano derecha del galeno-, y el resto de los implicados en dicho paro, sin cuyos resultados, es imposible llegar a conclusiones clínicas acertadas.
Los colegas Víctor Núñez y Patria Vizcaíno coinciden en afirmar que resulta contraproducente esta desunión en momentos tales, cuando en realidad, como se ha visto hasta ahora, los más perjudicados serán esos dominicanos y dominicanas que vayan enfermos a los centros asistenciales en busca de una atención requerida y necesaria. Y ni pensar en los menores del hogar, que en estos tiempos son vulnerables a dolencias tan peligrosas como el Dengue mismo.
Ojalá haya un examen de conciencia y esa labor de humanización de los servicios médicos continúen en la práctica, para finalmente contar con un servicio médico integral, como merece la sociedad dominicana.