close

Leonel, del Tiempo y las extradiciones

LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
Facebook
Facebook
Youtube
Instagram

Hay que ser bien estúpido para seguir sosteniendo la teoría del lavado de activos, una ley elaborada por el poder norteamericano para mediante su aplicación controlar las fuerzas políticas de los países bajo su esfera de dominio.

En su discurso ante la Nación, el pasado 16 de agosto, el presidente Leonel Fernández dio las informaciones, conocidas en todos los rincones del mundo, de que en la actualidad unos 240 millones de seres humanos son consumidores de drogas “ilegales”, ubicados, la mayoría, en Los Estados Unidos de Norteamérica y en Europa. Ese mercado tiene un poder de movilización de capital de unos 500 mil millones de dólares anuales, es decir, son gentes poderosas, con capacidad de consumo quienes están en eso; y lo gozan. Como en la novela PRISAJU: ¡El extraño caso del perro que quería ser Rey!, ¡Pa’ gozaaaa!

Pues nuestros juristas, encabezados por la banda Castillo, andan sosteniendo la tesis de la inocencia de Leonel basados en que no recibió las informaciones correctas y que el “narcotraficante” Arturo del Tiempo hasta el momento en que fue acusado era un hombre “limpio”. Ese argumento es bueno cuando se trata del príncipe del Tiempo, pero ¿vale cuando se trata del conde Agosto?, quien si llegó con un expediente amplio y sin embargo penetró todas las esfera del poder, moviéndose a sus anchas.

Sea sensato, tenga sentido común y pregúntese, ¿qué ser humano enrolado en esta economía global no está ligado, de una u otra forma, a esos 500 mil millones de dólares que corren por el mundo fruto del negocio de las drogas “ilegales”? Amigo mío…, yo soy el primero en declararme culpable, todos estamos “lavando activos”. Otro lenguaje estúpido, porque un activo no puede lavarse, un activo es un activo.

El delito de nuestra clase política no está en que estén “lavando activos”, no, el delito está, el verdadero delito consisten en hacerle el juego al poder norteamericano y a sus millonarios aliados del mundo. El delito está en participar como caballos sin frenos en esta estúpida “guerra” contra las drogas, el delito esta en haberse creído que eran fichas importantes en el tablero imperial. Le recomiendo que vean la película Zona Verde para que vean lo que el poder imperial le hizo al General de Sadan en Irak.

Nuestra clase política creyó que participando en ese juego imperial estarían protegidos, no entendieron que al poder imperial no le interesaba protegerlos, les interesaba controlarlos, a todos. Y ahora todos están controlados, pues basado en la Ley de Lavados de Activos, todos son extraditables. ¡Aleluya, gloria al yanqui!

Hace un par de semanas publiqué un artículo titulado “Leonel pedido en extradición”, en el cual sostuve la tesis que ustedes acaban de leer. En Palacio creyeron que yo había escrito mi trabajo basado en informaciones que me había suministrado El Departamento de Estado y que yo estaba revelándolas maliciosamente. Danilo Pérez, el asistente del presidente Fernández, tomó el teléfono y empezó a insultarme descontroladamente. Yo no le respondí una palabra, conozco a Danilo desde hace mucho tiempo y se lo doloroso y difícil que fue su estado de miseria, ahora ya superado, pero amenazado por el rumor público; así que pensé en comprenderlo, y lo hice.

Como no miro televisión, yo no sabía de los programa del Doctor Fadul en el que acusó a todo el gobierno y en el que reveló los nombres de los funcionarios pedidos en extradición. Cuando Danilo terminó de insultarme y trancó el teléfono mediante un estrallón, mire al computador y vi el correo electrónico que me llega con los videos del doctor Fadul. Los observé y entonces comprendí el estado agónico en que se encontraba Palacio y entonces entendí más y me dolió más la agonía de mi viejo amigo.

Después de eso, Palacio ha continuado por el camino equivocado, ha continuado por el peligroso e insensato camino del uso del poder y la violencia para trancar programas y callar gentes.

El problema señor presidente, y ojala usted acabe de entenderlo, no es lo que la gente dice, el refrán de que “el que no tiene hecha, no tiene sospecha”, es demasiado valedero y tiene y posee el santo poder de calmar la conciencia humana. El problema señor presidente es que su gobierno está defendiendo dos leyes que son inhumanas, que son estúpidas, que son un criminal juego imperial: acabe de una vez con esa “guerra contra las drogas”, con esa manía del ministerio público de estar acusando a todo el mundo de “lavados de activos” y usted verá como descansa y usted verá como descansan las conciencias de sus funcionarios.

No Comments

Leave a reply

Post your comment
Enter your name
Your e-mail address

Story Page