A lo largo de su exitosa trayectoria institucional, el Banco Popular Dominicano siempre ha demostrado estar a la vanguardia entre las empresas de su ramo en nuestro país, situación que le ha granjeado respeto, admiración y adhesión entre la población dominicana.
Por ello, no ha sido casualidad el hecho de que el año pasado esa institución financiera, la primera de la República Dominicana, haya experimentado un crecimiento de cerca del 24 por ciento, en medio de la peor crisis financiera mundial que conozca la humanidad en este siglo XXI.
Y es que desde sus inicios, el Banco Popular Dominicano no solamente ha sido concebido por sus propietarios y fundadores como una simple institución financiera, sino como un patrimonio del pueblo dominicano y por esa situación ha estado siempre al lado de sus mejores causas, lo que en definitiva, insisto, le ha reportado la simpatía que siente la población dominicana frente a esa institución.
Este domingo 18 de los corrientes, asistimos a otra de las grandes iniciativas que a favor del Pueblo dominicano y de la vida realizará el Banco Popular Dominicano en el Parque Mirador Sur, con la caminata que ha programado conjuntamente con varias instituciones del país con el propósito de llamar la atención sobre la preservación de ese recurso natural finito y de gran importancia como lo es el agua.
Pero además de llevar ese mensaje que a nuestro juicio tiene un valor singular en estos momentos de escasez que vive el país y el mundo, con esta actividad se busca recaudar fondos para ayudar a varias organizaciones No Gubernamentales de las provincias deprimidas de la Republica Dominicana para que puedan desarrollar proyectos de viviendas, agrícolas y de otras naturalezas a favor de sus habitantes.
Pero como hemos visto, los programas de asistencia social que el Banco Popular Dominicano ha venido desarrollando a lo largo de toda su historia en la Republica Dominicana no se quedan ahí; debido a que los mismos han sido variados y permanentes a favor de los sectores que verdaderamente lo necesitan en nuestra sociedad.
Sólo nos bastaría con hacer una revisión de los informes anuales que entrega esa entidad financiera a la sociedad dominicana cada año para que nos demos cuenta de la cantidad de recursos que invierte en los diferentes programas de asistencia social a favor de la población dominicana, como parte de la responsabilidad social que ha contraído frente a un pueblo donde las desigualdades sociales se incrementan cada día más.
Con sus acciones, el Banco Popular Dominicano ha dado un ejemplo de lo que es la responsabilidad social, de una institución que tiene fe y confianza en el porvenir de un pueblo que como el dominicano valora en su justa dimensión las aportaciones que hacen empresas que saben lo que es contribuir con el desarrollo de los que menos pueden.
Ojala que esa mística del primer Banco Múltiple que tiene el país sirva de ejemplo para los grandes, medianos y pequeños empresarios de la nación para que destinen aunque sea una parte mínima de sus ganancias a la soluciones de los problemas sociales por los que atraviesa la sociedad dominicana como forma de cumplir con la deuda social acumulada que amenaza con desintegrarnos como República Dominicana y la cual ha engendrado los males que padecemos.
De las buenas y provechosas acciones que ha emprendido el Banco Popular Dominicano a favor de la sociedad dominicana, me considero un testigo de excepción, debido a que tuve la grata experiencia de ser mensajero de la Dirección General de Telecomunicaciones, hoy convertida en Indotel, y me correspondió llevarle personalmente a su fundador Don Alejandro Grullón, los telegramas que iban dirigidos a esa institución, en su despacho de la segunda Planta del edificio de la Casa del Cordón, lugar donde funcionó la oficina principal de esa entidad financiera en la capital, por muchos años.
En esos años de la década del 80, la que algunos han llamado la década perdida, el Banco Popular Dominicano ya exhibía una robustez y un crecimiento que más adelante, como hemos visto, lo convirtió en la primera entidad financiera del país, fundamentalmente por lo que dijimos en la primera parte de este articulo, en el sentido de que sus fundadores no lo concibieron como una entidad propiamente financiera para generar recursos y enriquecerse cada día más, sino como un patrimonio del pueblo dominicano.
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