Se habla de su contenido democrático, pues se asienta como un tercer pilar del desarrollo sostenible, junto a la Carta de las Naciones Unidas (que regula las relaciones entre estados) y la Declaración Universal de los Derechos Humanos (que reglamenta las relaciones entre estados e individuos), la Carta de la Tierra es un tercer documento esencial, destinado a regular las relaciones entre los estados, los individuos y la naturaleza.
La "Fundación Valores" es una entidad afiliada a la Iniciativa de la Carta de la Tierra, dedicada a difundir y poner en práctica políticas del desarrollo social en el mundo que contribuyan a forjar conocimientos y concepciones del mundo, sino, por ejemplo, para utilizar las técnicas pedagógicas que van asociadas a una enseñanza de calidad que será capaz de formar un mundo más sostenible.
Este texto viene a cuento debido a la necesidad de enfrentar el panorama con el cual desde que iniciamos el nuevo siglo, el XXI, se ha abierto paso el término “desolador”, debido a la complejidad de los problemas sociales, medio-ambientales, ecológicos y humanos; la dimensión de las pandemias y de los desastres naturales; la gran cantidad de conflictos bélicos que asolan nuestros pueblos; la amenaza del terrorismo; la sensación creciente de inseguridad; las oleadas migratorias; entre otras.
La Naciones Unidas buscan el modo de provocar un cambio social de proporciones planetarias, una auténtica revolución, como ellos mismos la denominan, donde resulta imprescindible contar con los educadores.
Dada las insuficiencias en la enseñanza nacional y los desniveles existente en la preparación de los estudiantes, la República Dominicana debe prestar particular atención a esta carta de la tierra, al cumplimiento de los objetivos del milenio, recordando que sin educación sería imposible promover ese gran cambio social al cual aspiramos, en una interculturalidad que debe servirnos para salvarnos en todos los acápites posibles o, sencillamente, perecemos.