La encuestadora Penn Schoen & Berland disipó las nubes de polvo que enturbiaban la visión de una victoria del Partido de la Liberación Dominicana en el Distrito Nacional.
Se trataba de una percepción alimentada sobre fundamentos arcillosos, porque se basaba sólo en uno de los tres componentes que han de conjugarse para producir una victoria senatorial: una excelente candidatura, pero no reparaban en los otros dos: el partido mejor posesionado y los diputados de mayor arrastre.
Aunque en algún momento la candidatura senatorial del PRD rebasó a la del PLD en el rango individual, jamás se le colocó por encima en los otros dos factores.
Y para menos suerte, también en el aspecto en el que sacó ventaja, se ha quedado atrás: 54% Reinaldo Pared, 43% Milagros Ortiz Bosch, según Penn Schoen & Berland. Pero antes de que se conocieran esos datos, el equipo de campaña de Ortiz Bosch fue pillado en debilidad el 7 de abril, cuando publicó en espacio pagado los resultados de un sondeo del Centro Económico del Cibao en el que mostraba una ventaja de 13 puntos por encima del candidato del PLD.
La falta consistió en publicar una encuesta cuyo trabajo de campo de había levantado entre 14 y 15 de marzo, cuando ya tenían en su poder otro estudio de esa misma firma, que, entre el 28 y 29 de marzo, le marcaba un descenso de 8 puntos en quince días.
La tendencia, faltando 46 días para la fecha del escrutinio, era sencillamente desoladora.
En lo municipal, Alfredo Pacheco ha desplegado un gran trabajo, pero no ha logrado derrotar la percepción de triunfo que ha favorecido a su contrario. En la entrega que hizo Penn Schoen, figura con un 45% frente a un 56 de Roberto Salcedo.
No hay que citar la amplia ventaja que ese estudio atribuye a Juan de los Santos en Santo Domingo Este, porque ninguna encuesta ha proyectado otra cosa, así como en el caso de Cristina Lizardo, que se mueve holgada hacia la reelección.
En el caso de Santiago pueden haber incógnitas con relación a la alcaldía principal, pero a nadie que vea el panorama con objetividad le ha pasado por la mente otra proyección que no sea la de una amplia victoria de Julio César Valentín, al que la encuesta le otorga un 64% frente a un 34 de Orlando Jorge Mera.
En la franja sur, incluyendo dos bastiones emblemáticos, como Azua y San José de Ocoa, no se ve una sola provincia en la que el PRD proyecte triunfo.
En el Norte podría ganar una o dos, y en el Este el único candidato con posibilidades de estampar un color distinto al morado es Amable Aristy Castro, que ha vuelto a repuntar con ligera ventaja.
No obstante, la polarización entre dos fuerzas y el método de asignación de los diputados, permitirá que el PRD conserve una fuerza respetable en la Cámara de Diputados, y que retenga muchos de los municipios que actualmente controla.
La peor adversidad que ha tenido el PRD en esta contienda es que no ha podido imponer el mensaje de la unidad y ha llegado a la etapa decisiva con cada quien halando para su lado y obsequiándose los peores insultos.