El tema de la violencia intrafamiliar en la República Dominicana ha sido muy debatido en los últimos lustros. Pero, aún así, las cosas no varían. Más aún: se agudizan, como es el caso del titular que aparece en estas mismas páginas, el cual refiere:“RD primero en la lista de femenicidios en el Caribe”
La colega Mirta Rodríguez Calderón habla en uno de sus interesantes artículos acerca de la multiplicación de crímenes de violencia contra la mujer en el país y señala que “la irrupción en el panorama nacional dominicano de un potencial asesino en serie, que habría ultimado en los últimos 10 días a cuatro mujeres, presumiblemente trabajadoras sexuales”, acrecienta el dramatismo de estos asesinatos, donde, como refiere la autora, aunque se llevan a cabo esfuerzos múltiples, los resultados no acaban de ser convincentes.
En muchas ocasiones la magistrada Roxanna Reyes, procuradora general adjunta para Asuntos de la Mujer, se ha referido al tema, y Rodríguez resalta su afirmación acerca del número importante de denuncias que las mujeres llevan a cabo, ya sea por violencia psicológica o verbal, lo cual incorpora un poco “de luz” al camino oscuro de tan viles asesinatos.
No obstante, la realidad refleja limitaciones en el ejercicio del Ministerio Público y Reyes, como apunta Rodríguez Calderón, tiene entre otras insatisfacciones, la de ver que el Ministerio de Salud Pública no acaba de entender que la violencia es un problema de salud, que existe un protocolo que no se aplica y por lo tanto, sin la actuación de médicos y psicólogos “las víctimas resultan revictimizadas”.
La República Dominicana cuenta, desde 1997, con una Ley contra la Violencia Intrafamiliar, pero cada año se incrementan las muertes de las féminas y tras las estadísticas se erige la incapacidad de programas, proyectos y evaluaciones con enfoques de género, que debe respaldar, sobre todo, la administración del Estado.
Este primer lugar de la nación dominicana en "violencia de genero", en Centroamérica y El Caribe, “dos de las áreas del continente americano que experimentaron un mayor índice de violencia contra las mujeres con resultado de muerte”, tal y como reflejan las fuentes, significa para el país un verdadero bochorno, un vergonzoso sitio deplorable ante el mundo.
