El pueblo de la provincia Bahoruco se ha quedado esperando el despegue del Instituto Nacional de la Uva (INUVA), a sus autoridades y en especial a su director, licenciado José Peña Santana (Tunto),quienes no han podido colocar esa empresa, adscrita al Ministerio de Agricultura, en la ruta del desarrollo.
Su director, Tunto Peña, al asumir el cargo del INUVA, localizada en el municipio de Neyba, prometió que convertiría la provincia en un “jardín de uvas, donde cada hogar tuviera sembrada en su patio una mata de ese cultivo, proyecto con el cual se proponía aumentar la producción para colocarlo en el más importante soporte socio económico de la región suroeste, pero todo se ha quedado en puras promesas.
Ahora a Tunto le dicen el funcionario “buche y pluma”, porque todo lo que hace desde el INUVA es puro cuento, allante y movimiento, en vista de que él mismo sabe que el gobierno peledeísta nunca se ha interesado en el fortalecimiento y acompañamiento de los productores vitícola de la zona.
Peña Santana ha sido criticado acremente por los viticultores, a quien señalan como un hacedor de política desde el cargo, el cual utiliza para su beneficio y su proyección personal.
Tunto no ha dado pie con bola, porque no ha hecho nada desde el INUVA, y que para hacerse el gracioso ante los ojos del gobierno y el presidente de la República, dijo también que incrementaría la disponibilidad de plantas para siembra y, de manera especial, para mejorar y lograr la calidad de la uva, tanto en sabor como en su tamaño.
Es verdad que la provincia Bahoruco cuenta con suficientes terrenos y el clima es propicio para desarrollar el cultivo, pero los productores se preguntan, qué se puede esperar de un director, fanatizado político, que toma el control de sus estructuras para promoverse políticamente.
Cómo puede dirigir los destinos de tan importante industria en la provincia Bahoruco, un hombre que ve por los ojos única y exclusivamente del presidente Leonel Fernández.
Los pueblos de Bahoruco van pie juntilla con el avance y progreso de la producción de uva, como renglón importante de su economía, pero que para lograrlo tiene que contar con sus mejores activos que son los viticultores, los hombres y mujeres que trabajan la tierra, la preparan y la ponen a producir.
Bahoruco tiene más de 3,500 tareas sembradas de uva y su meta es llevar esa cantidad a 10,000, pero ello solo podría lograrse si se construyen las bases y las estructuras, las cuales podrán ser puestas en manos de personas con criterio y de profesionales del área, a quienes en verdad les duela la producción vitícola de la zona.
Conversando con vinicultores y viticultores de Bahoruco, algunos nos manifestaron que el actual director del INUVA, señor Tunto Peña, no conoce la realidad de los productores, porque no es técnico en la materia, jamás ha sembrado una matita de uva en la provincia y que ni siquiera este funcionario vive en la zona.
Todavía está fresca la amenaza que recibieron los productores de vino del valle de Neyba, porque en octubre del año pasado, quienes habían denunciado que hay intereses de personalidades “oscuras”, ligadas a la Dirección General de Desarrollo Fronterizo (DGDF), que pretenden apoderarse y hacer negocios con la bodega donde se almacena el vino para su envejecimiento.
La denuncia en ese momento fue dirigida por los productores del fruto, Yubelkis Jáquez y Carlos González, presidenta y administrador general de la Cooperativa de Viticultores del Valle de Neyba, respectivamente. En ese momento afirmaron que la Dirección General de Desarrollo Fronterizo obstaculiza el acceso a la bodega donde se añeja la producción.
El gobierno a través del INUVA y la DGDF no les permite a los vinicultores el acceso a dicha bodega, de la que aseguraron está en funcionamiento por los recursos aportados por los productores de uva del valle, pero que ahora no se permite que éstos y los enólogos puedan verificar la calidad de la producción.
Nosotros lo decimos y los productores de uva lo confirman, que con autoridades como Tunto Peña, la provincia jamás podrá desarrollase.