Tradicionalmente, las campañas electorales en la República Dominicana terminan con guerras de encuestas, mediante las cuales los partidos políticos buscan crear percepciones favorables a sus candidatos entre la población votante.
Estas elecciones Congresuales y Municipales, no han sido la excepción y de acuerdo a las acusaciones que se han hecho los propios partidos políticos, se han realizado encuestas dirigidas a manejar la preferencia de los electores en procura de inclinar su adhesión a favor de determinados candidatos del oficialismo y la oposición.
En ese sentido, escuchamos en medio de la presente campaña electoral, al ex presidente Hipólito Mejía, revelar que muchas de las encuestas que son ordenadas por los partidos políticos tienden a colocar a quienes las ordenan por encima de sus competidores.
Todo eso podría ser verdad, porque a muchos políticos se les ha atribuido decir que “en la guerra como en la política y el amor todo se vale”, lo que demuestra que en los quehaceres del proselitismo partidario se es capaz de hacer mucha cosa para ganar, pero lo que más se hace es utilizar los fondos del erario público para alcanzar los objetivos trazados.
A pesar de todo lo anteriormente expresado, debemos considerar que quienes de una u otra manera siguen los procesos históricos y políticos que viven las naciones como la nuestra, en este caso los periodistas, también tiznemos nuestras opiniones y valoraciones de los mismos y que nunca podríamos quedarnos indiferentes ante lo que acontece a nuestro alrededor, por lo que nos atreveríamos a presentar nuestro panorama de la realidad que interpretamos del momento.
De la percepción generalizada que se ha creado en la población en sentido general, compartimos la idea de que el Congreso Nacional no cambiará de dirección, pero sí se producirá una mayor presencia de la oposición en las Cámaras Legislativas.
Tomando en cuenta que el escenario político nacional ha vuelto a ser compartido por el bipartidismo que encarnan el PRD y el PLD, nos atrevemos a presentar el panorama que vislumbramos se producirá a partir de las elecciones del 16 de mayo en las 32 provincias y el Distrito Nacional, con las senadurías que podrían obtener ambas fuerzas políticas en el país.
La experiencia que hemos acumulado en las lides del análisis político, nos indican con absoluta certeza que el Partido de la Liberación Dominicana podría obtener las Senadurías del Distrito Nacional, la Provincia de Santo Domingo, Monseñor Nouel, la Vega, Espaillat, San Pedro de Macorís, Monte Plata, San Cristóbal, San Juan de la Maguana, Santiago, Sánchez Ramírez, Samaná, la Romana,, Pedernales, Hato Mayor, Hermanas Mirabal, Elías Piña y Santiago Rodríguez, mientras que el Partido Revolucionario Dominicano obtendría la victoria en Barahona, Azua, Independencia, San José de Ocoa, Bahoruco, San Francisco de Macorís, El Seybo, Dajabón, Valverde Mao, Puerto Plata y el Partido Reformista Social Cristiano en la Altagracia.
Sin embargo, el PRD y el PLD, se encuentran competiendo en las provincias de Bani y Montecristi, situación que se definirá en las elecciones del próximo domingo.
En cuanto a las Alcaldías, sería más difícil hacer un pronóstico que permita con exactitud especificar cuál de las dos fuerzas políticas podría obtener la victoria, debido a la complejidad de factores que envuelve la elección del nivel Municipal, donde ahora se ha incluido la escogencia de los representantes de los Distritos Municipales.
Con la elección de las nuevas autoridades Congresuales y Municipales, en las elecciones del 16 de mayo se cierra un ciclo histórico iniciado con la reforma constitucional de 1994, y se inicia otro con la aplicación de la nueva carta magna, la cual contempla la realización de unos nuevos comicios en el 2016, para la elección del presidente de la República y los legisladores y alcaldes.
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