Como ese relato de nunca acabar, el asunto de los médicos, enfermeras y personal de los centros asistenciales en el país, parece llenar, una tras otra, páginas que no terminan, ni marcan un posible final satisfactorio para las mayorías.
El presidente del CMD, Senén Caba, advierte sobre nuevos paros y marchas si el Gobierno no acaba de concretizar un acuerdo que satisfaga las solicitudes de aumento salarial en el sector y otros aspectos que han estado en la mesa de las conversaciones desde antes de su mandato.
El gremio exige, más allá de los encuentros, soluciones precisas, pues ven el proceso como “parte de la política dilatoria que ha venido aplicando ante las demandas de los profesionales de la medicina”.
Y en medio de todo esto surge la iniciativa de instalar en los hospitales públicos una alcancía donde los pacientes puedan aportar recursos para reparar dichos centros de salud. Pero, basta recorrer estos sitios para comprender que si precaria es su situación física y el deterioro de sus áreas asistenciales, de igual manera está la economía de esa mayoría de la que espera días y días para obtener una atención médica aceptable, ya sea una operación quirúrgica u otras prestaciones clínicas indispensables.
El Gobierno anuncia nuevas citas y convoca a los médicos a continuar las negociaciones; en tanto que los hombres y mujeres de las batas blancas recuerdan que sus necesidades salariales y otras reivindicaciones no han sido respondidas.
De un lado, quienes representan el poder y de hecho lo establecen. Del otro, los galenos y todo ese personal imprescindible en algo tan valioso e imprescindible como la salud y, en definitiva, la vida de todos y todas.
El presidente del CMD califica como “lento” el ritmo de las negociaciones, que el vicepresidente de la República, Rafael Alburquerque, coordina como parte de la comisión gubernamental.
Ojalá los días que siguen al proceso eleccionario sea de buenas nuevas para quienes, desde el gran escenario que es la sociedad dominicana, observan de un lado y otro a quienes exigen, a los que dicen responder y hasta a los que median, en tanto que las amenazas de paros y huelgas ponen un punto gris oscuro en las perspectivas del sector salud en la República Dominicana.
