El Salvador.- A través de campañas promocionales en el exterior, el gobierno busca atraer como turistas a los más de 3,5 millones de nacionales que viven en el extranjero, principalmente en Estados Unidos, y que ya son un aporte decisivo a la economía del país mediante las remesas, según afirmó el ministro de Turismo, José Napoleón Duarte.
En una gira que le llevó a Nueva York, Nueva Jersey, Los Ángeles, Washington y San Francisco, Duarte presentó anuncios televisivos, estadísticas, fotografías y la estrategia para que El Salvador se convierta en el próximo destino turístico de moda.
"Queremos promocionar El Salvador como un nuevo destino y no como El Salvador de la guerra o El Salvador de la inmigración", aseguró a medios de comunicación en Washington, aunque reconoció que ese objetivo todavía "no es fácil".
Desde el extranjero, la guerra civil de los años ochenta y la violencia actual generada por pandillas se imponen aún sobre la imagen de playas paradisíacas y aventuras verdes entre parques naturales y volcanes que la campaña pretende potenciar.
Sin embargo, "estamos cambiando la cosas", dijo, y precisó que en el primer trimestre de 2010 las visitas internacionales crecieron 7% y y el turismo doméstico repuntó en 6%.
En la estrategia de El Salvador para impulsar el sector turístico, uno de los principales objetivos son sus propios expatriados, ya que el 40% de los turistas que visitan el país proceden de Estados Unidos y una gran parte de ellos son los propios salvadoreños.
Esa comunidad emigrante se concentra en California, más de un millón, en Nueva York, 421.000, en Washington, 150.000, y en Virginia, 140.000, y pueden atraer consigo "a otros de la comunidad hispana" y estadounidenses con los que forman familias, pronosticó el alto funcionario.
Este nicho de mercado interesa a Duarte porque son los que pueden pasar más tiempo en su país -el 17% se queda más de un mes y el 37% al menos 30 días-, por lo que "van con mucho dinero y se quedan (con los bolsillos) vacíos" a la vuelta.